martes, 28 de febrero de 2012

Pediatras recomiendan vacunar también a varones contra HPV


Según cifras difundidas en los EEUU, por lo menos la mitad de la población sexualmente activa adquiere el virus del papiloma humano en algún momento. La infección no suele producir síntomas y desaparece sola, pero ciertos tipos del virus causan verrugas genitales y cáncer
La agrupación de pediatras más grande de los Estados Unidos recomendó que los niños de 11 años o más reciban la vacuna Gardasil (Merck & Co) contra el VPH, que puede causar verrugas genitales y cáncer de boca, pene y ano.
“Esperamos que se transforme en una vacuna contra el cáncer”, dijo el doctor Michael Brady, de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés).
“Podemos interrumpir la transmisión y la evolución del cáncer”, agregó. El VPH o virus del papiloma humano es la enfermedad de transmisión sexual más común en los Estados Unidos. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del país por lo menos la mitad de la población sexualmente activa adquiere el VPH en algún momento.
La infección no suele producir síntomas y desaparece sola, pero ciertos tipos del virus causan verrugas genitales y, rara vez, cáncer. Cada año, los tipos virales 16 y 18 producen 7.000 casos de cáncer en hombres y 15.000 en mujeres (la mayoría son cánceres del cuello uterino).
Ensayos clínicos demuestran que las vacunas contra el VPH protegen a los varones de las verrugas genitales y el cáncer anal, aunque de manera incompleta. Para AAP, vacunar a los varones protegería indirectamente a las mujeres al evitar que se contagien el virus. Las tres dosis recomendadas de Gardasil cuestan unos 360 dólares.
Las autoridades regulatorias de los Estados Unidos no detectaron efectos adversos graves, más allá de inflamación en el sitio de la aplicación. “Es una vacuna segura”, coincidió Brady, del Hospital Nacional de Niños, Columbus, Ohio. Las vacunas son más efectivas entre los nueve y los 15 años, pero AAP dice que las pueden recibir los varones de hasta 21 años si aún no lo hicieron.
Para las niñas de 11 y 12 años, AAP sigue recomendando tres dosis de Gardasil o Cervarix (GlaxoSmithKline), que aún no fue aprobada para los varones. Las mujeres de entre 13 y 26 años que no fueron vacunadas también pueden aplicarse las dosis.
Un tercio de las adolescentes de los Estados Unidos recibió las tres dosis en el 2010, pero Brady aclaró que todavía eso no es suficiente para evitar que el virus se disemine. El médico consideró que la decisión oficial del 2011 de ampliar la vacunación a los varones podría tener un efecto compensatorio


lunes, 20 de febrero de 2012

Nuestro reloj biológico altera la inmunidad a infecciones.

La hora del día parece ser un factor importante en nuestro riesgo de adquirir una infección, revela un estudio en Estados Unidos.

La hora del día tiene un impacto en el riesgo de adquirir una infección.

Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale descubrieron cómo una proteína del sistema inmune resulta afectada por los cambios químicos que ocurren en nuestro organismo a lo largo del día.
El hallazgo, publicado en la revista Immunity, demuestra que una infección es menos o más severa dependiendo de la hora del día.
Estos resultados, afirman los expertos, pueden tener un impacto en el futuro en la forma como se administran los medicamentos.

Las plantas, animales e incluso las bacterias experimentan una rutina que cambia cada 24 horas, el llamado ritmo circadiano.
Cuando el organismo se desajusta del ritmo de su medio ambiente, por ejemplo cuando se cruzan los husos horarios en los viajes de largo trayecto, ocurre el llamado jet lag.
Se sabe ya que el sistema inmune presenta variaciones a lo largo del día. Pero ahora la nueva investigación parece haber encontrado cómo ocurren estas variaciones y cuáles son sus efectos.

Detección de patógenos
Para que el sistema inmune pueda atacar una infección necesita primero detectar al patógeno invasor.
Los investigadores de Yale estaban analizando una de las proteínas involucradas en este proceso de detección, el receptor de tipo Toll 9 (TLR9).
Este receptor puede identificar el ADN de las bacterias y virus.

En experimentos con ratones, los científicos descubrieron que la cantidad de TLR9 producida y la forma como funciona están controlados por el reloj biológico del organismo y este proceso varía a lo largo del día.
Encontraron que cuando inmunizaron a los ratones en el momento de máxima actividad del TLR9, mejoró la respuesta de su sistema inmune.

Según los investigadores, se sabe que los humanos que desarrollan sepsis, una infección letal en la sangre, tienden a estar en mayor riesgo de muerte entre las 02:00 y 06:00 de la mañana.
En el experimento con ratones la severidad de la sepsis dependió del momento del día en que la infección comenzó, y esto coincidió con cambios en la actividad del TLR9.

Tal como explica el profesor Erol Fikrig, quien dirigió la investigación, descubrieron "un vínculo molecular directo entre los ritmos circadianos y el sistema inmune".
Y esto, agrega, "podría tener implicaciones importantes para la prevención y tratamiento de enfermedades".
"Parece que las perturbaciones en el reloj circadiano influyen en nuestra susceptibilidad a los patógenos" expresa el científico.

Por su parte, el doctor Akhilesh Reddy, quien está investigando en la Universidad de Cambridge los ritmos circadianos, señala que se sabe desde hace tiempo que la hora tiene un impacto en el sistema inmune, pero este estudio es una de las primeras incursiones en las razones de porqué ocurre esto.
Las implicaciones para el cuidado de la salud son importantes ya que este hallazgo podría significar que los fármacos deben suministrarse a determinada hora del día para que puedan ser más efectivas.
O también podrían diseñarse fármacos que estén dirigidos al reloj biológico para colocar al sistema inmune en su fase más activa.

Según el doctor Reddy, las compañías farmacéuticas ya están estudiando este proceso y ahora se está analizando el suministro de fármacos a distintas horas del día.
Según el científico, "en unos 10 años podríamos comenzar a ver el impacto de nuestro reloj biológico en la medicina".

domingo, 19 de febrero de 2012

Cada vez más cerca de curar un corazón roto

Esta semana dos investigaciones revelaron resultados exitosos en el uso de células madre para tratar un infarto.
Las terapias con células madre tomadas del propio paciente muestran resultados alentadores.

Nos acercamos a la era en que podremos curar nuestras enfermedades, no solo trastornos del corazón sino de otros órganos, con nuestras propias células.

En el primer estudio, publicado en The Lancet, investigadores del Instituto de Cardiología Cedars-Sinai en Los Ángeles, lograron reparar hasta 50% los daños causados por un infarto inyectando al paciente células madre de su propio corazón.
Según los científicos, éste fue "un aumento sin precedentes" de músculo cardíaco sano.

Un día después, una revisión de 33 estudios llevada a cabo por Cochrane Collaboration encontró que la terapia de células madre tomadas de la médula ósea logró ofrecer "una mejora moderada" a los pacientes que sufrieron infarto.
En los ensayos habían participado más de 1.700 pacientes.

Aunque los investigadores afirman que ahora se deberán llevar a cabo estudios a más largo plazo para ver si esta terapia afecta la expectativa de vida del paciente, los resultados ofrecen esperanzas porque cada vez nos acercamos más a la era de las llamadas "terapias personalizadas" para curar un corazón lesionado.
Cuando un paciente sobrevive un infarto, se produce muerte en el tejido del músculo, el cual queda reemplazado por una cicatriz.
Con esto el paciente queda debilitado y con altas posibilidades de necesitar medicamento para el resto de su vida.

Impacto a largo plazo
Los científicos están demostrando ahora la efectividad de las células madre para reducir esta cicatriz de tejido cardíaco y reparar el corazón lesionado.
Un método consiste en tomar células del corazón del paciente, cultivarlas en el laboratorio para generar millones de nuevas células cardíacas y posteriormente inyectarlas de nuevo al paciente para generar nuevo músculo cardíaco.

El otro método utiliza una técnica similar pero en lugar de tomar células del corazón se toman de la médula ósea, que es una fuente esencial de células madre.
Los ensayos revisados por Cochrane, realizados y publicados hasta 2011, involucraron esta técnica con médula ósea.

El análisis concluyó que la terapia "puede conducir a una mejora moderada a largo plazo" en la función cardíaca, lo cual, agrega, puede ser "clínicamente muy importante".
Lo que hasta ahora no se sabe, sin embargo, es cuál es el efecto a largo plazo de esta terapia y si tiene un impacto en la longevidad del paciente.

La doctora Enca Martin-Rendon, especialista del Hospital John Radcliffe en Oxford y principal autora del análisis, explica que además de la mejora en la función cardíaca, "la terapia de células madre puede también reducir el número de pacientes que mueren posteriormente o sufren insuficiencia cardíaca".
"Pero actualmente carecemos de evidencia estadísticamente significativa en el número pequeño de pacientes que hasta ahora han sido tratados".

El profesor Anthony Mathur, de la Escuela de Medicina y Odontología del Hospital Barts de Londres, está dirigiendo actualmente el mayor ensayo clínico que se ha llevado a cabo con células madre en pacientes que sufrieron infarto.
El estudio comenzará este año e involucrará a 3.000 pacientes en varios centros de Europa. Y se espera obtener los resultados rápidamente.

Tal explica el especialista se inyectarán las células madre a los pacientes cinco días después de haber sufrido el infarto y posteriormente se les hará un seguimiento de dos años para ver si la terapia tiene un impacto en su expectativa de vida.
Las enfermedades cardiovasculares, incluidos infartos e insuficiencia cardíaca, son la principal causa de muerte en todo el mundo.
Así que muchos investigadores trabajan con ahínco para encontrar un tratamiento que prevenga o cure estos trastornos.

Todavía, sin embargo, serán necesarios más estudios para que estén disponibles en la clínica.

miércoles, 15 de febrero de 2012

El potasio y la dieta después de un ataque al corazón.


Todos necesitamos tener cierto nivel de potasio en la sangre, ya que este mineral que obtenemos de varios alimentos le permite al cuerpo funcionar normalmente. En la actualidad, a las personas que han sufrido un ataque cardíaco se les recomienda que su nivel de potasio se mantenga dentro de un rango determinado, pero un estudio reciente cuestiona el límite máximo y sugiere mantenerlo un poco más bajo. En este artículo te contamos más detalles sobre este hallazgo.
“Ni muy muy, ni tan tan”. Este tradicional dicho popular que se refiere a la búsqueda del equilibrio se ve una vez más probado en nuestra dieta. En este caso se trata del potasio, un mineral que el cuerpo necesita para funcionar normalmente ya que, por ejemplo, ayuda a los nervios y a los músculos a comunicarse y a trabajar en conjunto, permite que fluyan los nutrientes dentro de las células y ayuda a expulsar los desechos de ellas, así como a contrarrestar algunos de los efectos nocivos del sodio (sal) sobre la presión arterial. Por si fuera poco, ayuda en la síntesis de las proteínas, en el metabolismo de los carbohidratos y es esencial en la actividad eléctrica del corazón.
Un estudio reciente ha demostrado que los pacientes que han sufrido un ataque cardiaco cuyos niveles de potasio en la sangre se mantienen dentro de cierto rango, tienen menos probabilidades de morir que aquéllos cuyos niveles del mineral están por debajo o por encima de ese rango.
Actualmente, las recomendaciones para las personas que han sufrido un ataque cardíaco son que el nivel de potasio se mantenga entre 4 y 5 mEq/L (o sea, a miliequivalentes por litro) y a veces llega hasta 5,5 mEq/L. Sin embargo, este estudio que fue publicado en la edición del 11 de enero de la revista especializada Journal of the American Medical Association ha encontrado que la tasa de mortalidad para los pacientes que tenían entre 3,5y 4,5 mEq/L en la sangre era similar, pero aumentaba mucho al superar ese nivel y, sobre todo, al llegar a 5 mEq/L o más.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores de la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory, en Atlanta, Estados Unidos, analizaron los datos de casi 39.000 pacientes que habían sufrido un ataque cardiaco y que fueron admitidos en 67 hospitales de ese país entre los años 2000 y 2008, de los cuales casi el siete por ciento murió mientras estaba hospitalizado.
Si bien hacen falta más investigaciones al respecto, los especialistas consideran que no hay necesidad de aumentar los niveles de potasio a más de 4,5 mEq/L en los pacientes que han sufrido un ataque cardíaco, así como es “razonable” evitar los niveles de potasio muy bajos (menos de 3.5 mEq/L).
La mayoría de las personas obtiene el potasio que necesita de los alimentos. ¿Sabes cuáles son sus principales fuentes? Entre estas se encuentran en:
·                     Las verduras de hojas verdes y las coles, como la acelga, la espinaca, el brócoli y los repollitos (o coles) de Bruselas.
·                     Varias frutas como las uvas (y las uvas pasas o pasas), las moras, los albaricoques (duraznos), los plátanos (bananos), los dátiles y el kiwi. También las frutas cítricas, como las naranjas y las toronjas o pomelos (y sus jugos).
·                     Los vegetales de raíz o tubérculos como las zanahorias, la remolacha (betabel o betarraga), las papas (patatas), las batatas (boniato dulce o camote) y las calabazas (ahuyama).
·                     El tomate en todas sus formas: natural, en salsa, puré o jugo.
·                     El aguacate (palta), los guisantes (arvejas, chícharos) y frijoles (porotos, frejoles, habichuelas) secos y las nueces.
Pero piensa que éstas son sólo algunas fuentes de potasio y todavía hay más que no nombramos en esta lista, para que no se haga tan extensa. Por eso, es raro que una persona no tenga suficiente potasio para sentirse bien, aunque a veces es posible que eso ocurra. En esos casos, el médico puede indicarte que tomes suplementos de potasio.
El extremo opuesto, es decir, tener demasiado potasio en la sangre, también puede ser perjudicial, sobre todo luego de haber sufrido un ataque al corazón (por lo que encontraron en este nuevo estudio) o si tienes problemas de riñón, por ejemplo, en que no se puede eliminar bien el potasio. Si este es tu caso, consúltalo con un especialista y revisa con él o ella la dieta especial que te ha recomendado, para poder seguirla correctamente y asegurarte de que llevas una alimentación saludable que pueda ayudarte en tu recuperación y a mantener el nivel de potasio en la sangre que necesitas.

domingo, 12 de febrero de 2012

La quimioterapia en el embarazo no daña al feto

Actualmente cuando una mujer es diagnosticada con cáncer durante el embarazo se enfrenta a una terrible decisión: abortar para poder someterse a los perjudiciales tratamientos de quimioterapia o retrasar el tratamiento hasta que el bebé nazca y arriesgar su propia supervivencia.
El estudio encontró que la quimioterapia no daña al feto administrada después de las 14 semanas.

Ahora una nueva investigación encontró que en muchos casos no es necesario tomar ninguna de estas drásticas medidas porque la quimioterapia no daña al feto.
El estudio, publicado en la revista The Lancet Oncology, siguió a 68 mujeres embarazadas -que dieron a luz a 70 niños- que fueron sometidas a ciclos de quimioterapia durante el embarazo.
Posteriormente se analizó la salud de esos niños, desde 1,5 años hasta los 18 años de edad.

Los investigadores encontraron que los sujetos estudiados se habían desarrollado tan bien como los niños de la población general.
Lo cual indica, afirman los científicos del Instituto de Cáncer de la Universidad Católica de Lovaina, que no es necesario retrasar la administración de quimioterapia durante el embarazo.
Se calcula que una de cada 2.000 mujeres embarazadas se ve afectada con cáncer y los casos están en aumento debido a que las mujeres cada vez se embarazan a edades más avanzadas.

Situación difícil
La quimioterapia, el tratamiento que se utiliza de forma estándar para matar a las células cancerosas puede tener efectos muy perjudiciales también en las células sanas.

Tal como explica el doctor Frédéric Amant, quien dirigió el estudio, diagnosticar a una mujer con cáncer cuando está embarazada es una situación sumamente difícil.
"En algunos casos la situación seguirá siendo desafiante porque si el cáncer está avanzado puede ser fatal tanto para la madre como parte el feto" expresa el investigador.
"En otras situaciones hemos logrado salvar al niño aunque hemos perdido a la madre inmediatamente después del parto, por ejemplo, cuando la mantuvimos viva con un tumor cerebral terminal".
"En ocasiones la pareja de la mujer declara que sería incapaz de criar al niño solo si la madre no sobrevive el cáncer y entonces se opta por una terminación del embarazo".
"Los hallazgos de esta investigación facilitan el tratamiento de cáncer y ofrecen esperanzas para las mujeres y sus hijos en la mayoría de los casos" agrega el científico.

Las mujeres que participaron en el estudio habían sido sometidas, en promedio, a entre tres y cuatro ciclos de quimioterapia durante el embarazo.
La edad gestacional promedio en el momento del diagnóstico de cáncer fue de 18 semanas.
Y los bebés nacieron en promedio a las 36 semanas de embarazo.
Las pruebas a los que los niños posteriormente fueron sometidos incluyeron análisis neurológicos y pruebas para ver su nivel general de funcionamiento cognitivo.

También se les sometió a electrocardiografías y ecocardiografías y cuestionarios sobre su salud y desarrollo general.
Los niños mayores de cinco años y los adolescentes también realizaron pruebas de audición y lenguaje, memoria y atención.
Los resultados mostraron que todos tenían un desarrollo, coeficiente intelectual, oído, función cardíaca y salud general normales.

Los que habían nacido prematuramente mostraron grados menos de coeficiente intelectual, lo cual se piensa está relacionado al nacimiento prematuro y no a los fármacos, ya que esto también se ve en los bebés prematuros no expuestos a quimioterapia, explican los investigadores.
Y esto demuestra, agregan, que llevar a cabo el parto antes de término para que la madre pueda comenzar la quimioterapia puede afectar la salud del bebé.

Tal como expresan los investigadores "encontramos que los niños que fueron expuestos de forma prenatal a la quimioterapia se desarrollaron tan bien como otros niños".
"Nuestros hallazgos no apoyan la estrategia de retrasar la administración de quimioterapia o de inducir un parto pretérmino para la administración de quimioterapia posparto para evitar dañar al feto".

Y los científicos concluyen que "la decisión de administrar quimioterapia debe seguir los mismos lineamientos que para las pacientes no embarazadas".
"En la práctica, sí es posible administrar quimioterapia a partir de las 14 semanas de gestación con una atención específica en el cuidado prenatal".








domingo, 5 de febrero de 2012

La falta de luz solar podría aumentar el riesgo de ACV.

La cantidad de luz solar a la que se está expuesto podría tener que ver en determinar el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), sugiere una investigación reciente.

"Escuchamos mucho que el sol es malo, por ejemplo en términos del cáncer de piel", anotó la coautora del estudio Leslie McClure, profesora asociada de bioestadística de la Universidad de Alabama, en Birmingham. "Pero este examen de la exposición al sol indica que estar bajo el sol podría relacionarse con algunos resultados positivos".

McClure dijo que "la moraleja es que la luz del sol podría ser tanto amiga como enemiga de la salud".
McClure y colegas presentaron sus hallazgos el martes en una reunión de la Asociación Americana del Accidente Cerebrovascular (American Stroke Society) en Nueva Orleáns.

Para explorar la posible conexión entre el sol y el ACV, los autores analizaron datos recolectados de un estudio en curso que incluye a más de 30,000 mujeres y hombres negros y blancos mayores de 45.
El equipo se enfocó en alrededor de 16,500 participantes, ninguno de los cuales tenía antecedentes de ACV o enfermedad cardiaca cuando se inscribieron en el estudio, entre 2003 y 2007. Todos se habían sometido a exámenes físicos y habían completado cuestionarios sobre su historial médico y los lugares donde habían vivido en el pasado.

Durante un seguimiento promedio de cinco años, 351 de los 16,500 experimentaron un accidente cerebrovascular. El equipo de McClure comparó las cifras de incidencia de ACV con información de satélite y del terreno sobre los patrones geográficos mensuales de la luz solar que databan de hasta hace quince años.
El resultado: los que se hallaban en la mitad inferior en cuanto al nivel de exposición solar se enfrentaban a un riesgo 1.6 veces mayor de experimentar un ACV que los que se hallaban en la mitad superior.

Además, el equipo halló evidencia de que los que vivían en climas más fríos también mostraban un mayor riesgo de ACV.
"Aún no sabemos exactamente a qué se debe la relación entre la luz solar y el ACV", advirtió McClure. "Hay muchas hipótesis. Pero en realidad aún no comprendemos cuál es el mecanismo subyacente".

Justo por ese motivo, el Dr. Larry B. Goldstein, director del Centro de Accidente Cerebrovascular Duke de Durham, Carolina del Norte, enfatizó que se necesita más trabajo para especificar la naturaleza exacta de la relación entre luz solar y ACV.
Comentó que "los hallazgos no me sorprenden, pero es importante saber que se trata de un estudio de asociación, y la asociación no prueba la causalidad. El hecho de que la poca exposición al sol, y presumiblemente las áreas con poca exposición al sol también tendrán niveles bajos de vitamina D, se haya asociado con un mayor riesgo de ACV podría ser potencialmente explicativo".
"Pero de hecho los autores tienen mucho cuidado al señalar que este es un análisis exploratorio", anotó Goldstein. "Así que aunque esta exposición resulte real podrían haber muchas explicaciones potenciales. Tendremos que esperar a ver qué pasa".

Otro estudio que también se presentará en la reunión sobre los ACV reveló que los que consumen más vitamina D en la dieta tienen un riesgo de accidente cerebrovascular once por ciento más bajo.
Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.

Los consumidores deben tener cuidado cuando compren estatinas por internet.

Hay que tener cuidado cuando se compra los fármacos para reducir el colesterol conocidos como estatinas por internet, aconsejan investigadores británicos.

Las estatinas comunes como Lipitor, Crestor o Zocor podrían no ser las mismas que se anuncian, y con frecuencia los sitios web no incluyen las advertencias sobre los efectos secundarios o ni siquiera requieren una receta, señalaron los investigadores.
"Un comprador potencial de estatinas en Reino Unido, donde solo se pueden recibir legalmente con la receta de un médico, que busca un producto en la red, probablemente se encuentre con sitios de una amplia base geográfica y de una mala calidad en general", aseguró el investigador líder David Brown, de la Facultad de Farmacia y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Portsmouth.
"Potencialmente, los clientes que obtienen estatinas de esta forma, sin la receta del médico, quizás no estén conscientes de los efectos secundarios potenciales, y podrían ponerse en peligro", añadió.

El informe aparece en la edición del 2 de febrero de la revista Pharmacoepidemiology & Drug Safety.

Para el estudio, el equipo de Brown evaluó 184 sitios de internet que ofrecían estatinas.
"La información necesaria para un uso seguro del producto con frecuencia se presentaba mal, y en la mayoría de los casos era incompleta", señaló Brown. "Cuando la contenían, la información sobre los efectos secundarios como las advertencias, las contraindicaciones y los efectos secundarios posibles en general tenía poca estructura y no resultaba útil".

Hallaron que más del 92 por ciento de esos sitios no incluían información sobre las contraindicaciones de las estatinas. Además, 47 por ciento más no incluían información sobre los medicamentos que no deben tomarse junto con estatinas.
Hasta el 96 por ciento de los sitios no incluían información sobre los síntomas adversos a los que hay que estar atentos, que incluyen la miopatía, la enfermedad del hígado, la hipersensibilidad y la pancreatitis, hallaron los investigadores.
Apenas siete por ciento de los sitios mencionaban todos los efectos secundarios, y solo 65 por ciento describían cualquier efecto secundario en lenguaje llano, añadieron.

El Dr. Laurence Gardner, profesor de medicina y decano ejecutivo de educación y políticas de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, dijo que esto en realidad no es un problema en EE. UU.
"Hay países que permiten la compra de estatinas sin un examen médico o receta", dijo Gardner. "En esta época, es una locura".
En Estados Unidos, hay estatinas genéricas de muy alta potencia disponibles por 4 dólares al mes en las grandes tiendas, señaló. "Es inconcebible que se puedan comprar por menos".
"Además, estos fármacos tienen suficientes efectos secundarios para requerir al menos un nivel modesto de supervisión médica", aseguró.

También, las personas que toman estatinas deben monitorizar su colesterol para asegurar que están llegando a los niveles objetivos y si se debe ajustar la dosis del fármaco, comentó.
Cuando compre fármacos recetados por internet, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. aconseja:

• Asegurarse de que el sitio requiera una receta y que tenga un farmaceuta disponible para responder a sus preguntas.
• Comprar solo de farmacias autorizadas.
• No proveer información personal, como los números de las tarjetas de crédito, a menos que esté seguro de que el sitio no la divulgará.

Algunos supervivientes de ACV no pueden reconocer el temor ni la rabia en otros.

El daño en algunas áreas del prosencéfalo o cerebro anterior podría evitar que ciertos supervivientes de accidente cerebro vascular (ACV) sean capaces de reconocer la ira, el enojo y el miedo, emociones que se relacionan con la evaluación de las amenazas, indica un estudio de tamaño reducido.

Incluyó a 23 pacientes jóvenes que habían sobrevivido a un ACV que afectó los ganglios basales, un área del prosencéfalo, y 68 personas sanas.

Los supervivientes de ACV con daño en los ganglios basales tenían una capacidad reducida para reconocer las expresiones faciales relacionadas con las amenazas en los demás, lo que sugiere que los ganglios basales tienen que ver con la detección de las amenazas.
Los investigadores también realizaron IRM de los pacientes, y evaluaron un amplio rango de capacidades de pensamiento y motrices de los participantes, así como de sus conductas sociales. Exploraron las afecciones coexistentes, como la depresión y la ansiedad.

Los médicos deben determinar qué tan bien los supervivientes de ACV con daño en los ganglios basales pueden identificar emociones en los demás, y si es necesario, la asistencia con ese problema debe formar parte de su programa de rehabilitación, apuntaron los investigadores.

El estudio se presentó el jueves en la reunión de la Asociación Americana del Accidente Cerebro vascular (American Stroke Association) en Nueva Orleáns.

Debido a que este estudio se presentó en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Aprueban el primer fármaco para combatir el cáncer de piel de las células basales que se propaga.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. aprobó el lunes un medicamento para tratar la forma más común de cáncer del piel, el carcinoma de células basales.

Erivedge (vismodegib) es el primer fármaco sancionado en Estados Unidos para tratar el cáncer de piel de células basales que ha hecho metástasis, o que se ha propagado. La pastilla, que se toma una vez al día, también está diseñada para casos que se consideran inadecuados para la cirugía o la radioterapia, señaló la agencia en un comunicado de prensa.
Esta forma de cáncer, que por lo general crece lentamente y es indoloro, comienza en la epidermis, la capa superior de la piel. Una exposición frecuente a la luz del sol y otras formas de radiación ultravioleta es la causa típica, según la FDA.

Los investigadores evaluaron la seguridad y eficacia de Erivedge en un estudio clínico con 96 personas que tenían cáncer localmente avanzado o en metástasis. De los que tenían cáncer metastásico, el 30 por ciento tuvieron una respuesta al menos parcial al fármaco, mientras que 43 por ciento de las personas con cáncer de las células basales localmente avanzado tuvieron una respuesta al menos parcial.

Una especialista se alegró de la aprobación del medicamento.
"Erivedge es un increíble método revolucionario para tratar el cáncer de piel", aseguró la Dra. Michele Green, dermatóloga del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. "Tengo muchos pacientes que son mayores e infirmes para quienes una cirugía es un problema mayor. La biología molecular ha avanzado hasta el punto en que un adelanto tan importante en la terapia era impensable hace apenas unos años".

El cáncer de piel es el cáncer más comúnmente diagnosticado en EE. UU., y se calcula que uno de cada cinco estadounidenses lo desarrollará durante su vida. Si se detecta temprano, es altamente tratable.

Los efectos secundarios más comúnmente citados de Erivedge incluyen espasmos musculares, pérdida del pelo, pérdida de peso, náuseas, diarrea, fatiga, un sentido del gusto distorsionado, falta de apetito, estreñimiento y vómitos.
Debido al potencial de muerte o defectos de nacimientos graves del feto, el fármaco vendrá en un paquete con una advertencia en la etiqueta, y los médicos no lo recetarán a mujeres embarazadas, apuntó la agencia. Se aconsejará a hombres y mujeres que usen anticonceptivos mientras tomen las pastillas.

Erivedge, mercadeado por Genentech, con sede en San Francisco, obtuvo una aprobación acelerada bajo un programa de revisión prioritaria para fármacos que podrían representar un avance importante en el tratamiento.

Las diferencias en la presión arterial entre los brazos podrían ser señal de riesgo cardiaco.

Las personas cuya presión arterial sistólica (la cifra superior en la lectura) es distinta en el brazo izquierdo que en el derecho quizás sufran de una enfermedad vascular que podría aumentar el riesgo de muerte, informan investigadores británicos.

Las arterias debajo de la clavícula suplen sangre a los brazos, las piernas y el cerebro. Un bloqueo puede llevar al accidente cerebrovascular (ACV) y otros problemas, anotaron los investigadores, y medir la presión en ambos brazos debería ser de rutina.

"Se trata de un [hallazgo] importante para el público general y para los médicos de atención primaria", señaló el Dr. William O'Neill, profesor de cardiología y decano ejecutivo de asuntos clínicos de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.
"Tradicionalmente, la mayoría de personas solo revisan la presión arterial en un brazo, pero si hay una diferencia, entonces una de las arterias tiene una enfermedad", advirtió.

Las arterias que van debajo de la clavícula pueden bloquearse, sobre todo en los fumadores y los diabéticos, anotó. "Si una arteria está más bloqueada que la otra, entonces hay una diferencia en la presión arterial de los brazos", explicó O'Neill.
"Los médicos deben revisar en algún momento la presión arterial de ambos brazos en los adultos, sobre todo los fumadores y diabéticos", recomendó. "Si hay una diferencia, hay que explorarla más".

El informe aparece en la edición en línea del 30 de enero de la revista The Lancet.

Para el estudio, un equipo liderado por el Dr. Christopher Clark, del Colegio Península de Medicina y Odontología de la Universidad de Exeter en Devon, Inglaterra, revisó 28 estudios que observaron las diferencias en la presión arterial sistólica de ambos brazos.
Este proceso se conoce como metaanálisis. Usa datos de estudios previamente publicados para hallar tendencias que quizás no hayan surgido en los datos originales.
Este análisis halló que una diferencia de 15 milímetros de mercurio (mm Hg) o más entre las lecturas se relacionaba con un mayor riesgo de estrechamiento o endurecimiento de las arterias que alimentan las extremidades inferiores, lo que se conoce como enfermedad vascular periférica.

El riesgo de un menor flujo sanguíneo a las piernas y pies aumentó 2.5 veces y el riesgo de un mejor flujo sanguíneo al cerebro aumentó 1.6 veces, hallaron los investigadores.
La diferencia en la presión arterial también se asoció con un aumento de 70 por ciento en el riesgo de morir de enfermedad cardiovascular, y un aumento de 60 por ciento en el riesgo de muerte por cualquier causa, añadieron los autores.
El riesgo de tener enfermedad vascular periférica también aumento con una diferencia de 10 mm Hg en la presión arterial entre los brazos, anotaron los investigadores.

Lo que importa es la diferencia entre los brazos, no cuál brazo tiene la presión más alta o más baja, señalaron los autores del estudio.
Hallar la enfermedad vascular periférica pronto y tratarla mediante la reducción de la presión arterial y del colesterol, además de dejar de fumar, puede ayudar a reducir el riesgo de muerte, según el grupo de Clark.

"Nuestros hallazgos sugieren que una diferencia de 10 mm Hg o de 15 mm Hg o más [en la presión arterial sistólica] entre los brazos podría identificar a los pacientes en alto riesgo de enfermedad vascular periférica asintomática y mortalidad que podrían beneficiarse de evaluación adicional", concluyeron los investigadores.
"Los hallazgos de nuestro estudio deben ser incorporados en las directrices futuras de hipertensión [presión arterial alta] y la medida de la presión arterial", añadieron.

Otro experto concurrió en que cuando se trata de la monitorización de la presión arterial, ambos brazos son importantes.
"Estos hallazgos refuerzan más las directrices de medida de la presión arterial de la American Heart Association, la Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Internacional de Hipertensión (International Association of Hypertension) y la Sociedad Europea de Hipertensión (European Society of Hypertension), que recomiendan que la presión arterial debe ser medida en ambos brazos en la evaluación inicial", señaló el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, y vocero de la American Heart Association.

Considera que "los individuos en quienes se hallen diferencias en las presión sistólica entre los brazos superior a 10 o 15 mm Hg deben someterse a evaluaciones vasculares adicionales".