viernes, 28 de junio de 2013

Aprueban primer ensayo mundial con células iPS humanas

Un comité del Gobierno japonés aprobó el primer ensayo clínico del mundo usando células pluripotentes inducidas (iPS) humanas, lo que puede ampliar los horizontes de la medicina regenerativa, confirmó a la agencia Efe el Ministerio de Salud nipón.
El comité dió visto bueno a la solicitud presentada conjuntamente por el Instituto RIKEN de Investigación y la Fundación para Investigación Biomédica de cara a estudiar la posibilidad de regenerar la retina humana mediante estas células, que tienen la capacidad de convertirse en cualquier tipo de tejido.
El estudio podría comenzar este mismo año, ya que solo es necesaria la aprobación final del Ministro de Salud, Trabajo y Bienestar, Norihisa Tamura.
La doctora Masayo Takahashi, oftalmóloga que lidera el equipo del departamento de regeneración retiniana del Instituto RIKEN, dirigiría el estudio en el hospital que tiene el centro en Kobe (centro del país).
El proyecto consiste en extirpar muestras de piel humana y a partir de éstas extraer células iPS.
Esas células serían programadas para que se transformen en tejido de la retina, para implantarse después en pacientes que sufren una degeneración en la mácula relacionada con la edad.
Este problema, que actualmente afecta a unas 700.000 personas en Japón, viene provocado por daños en la retina y conduce a una pérdida de visión.
El hallazgo de las células iPS es el que abrió la puerta a que este instituto solicitara en 2012 hacer el primer estudio clínico de la historia en humanos empleando este hallazgo genético, que en el futuro puede conducir a enormes avances en la medicina regenerativa y personalizada.
El pionero en generación de iPS, el japonés Shinya Yamanaka, fue galardonado en 2012 con el Premio Nobel de Medicina por el método que desarrolló para crear este tipo de células mediante la reprogramación de células ya maduras.
Esto resuelve en principio el problema ético de trabajar con células madre de embriones que, como las iPS, también poseen la capacidad de transformarse en cualquier tipo de célula. 

¿Es posible evaluar el riesgo de ACV?

Los adultos que obtienen una puntuación elevada en “Life’s Simple 7” (LS7), una herramienta que se utiliza para evaluar el riesgo de enfermedad cardiovascular, pueden tener un menor peligro de accidente cerebrovascular, según reveló un análisis general de los Institutos de Salud de EEUU (NIH). Incluso las pequeñas mejoras en el estilo de vida se asociaron con un menor riesgo de ACV.

Alrededor del mundo, unas 15 millones de personas sufren esta afección cada año. Según la OMS, el ictus es la segunda causa de muerte en mayores de 60 años, y la quinta causa en personas de 15 a 59 años de edad. El ACV es también la principal causa de discapacidad a largo plazo, independientemente de la edad, el género, la etnia o país. Según la Organización Mundial del Ictus (WSO)una de cada seis personas tendrá un derrame cerebral en su vida. Estos eventos ocurren cuando los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro se bloquean o se rompen. Cuando la sangre no puede llevar nutrientes y oxígeno a las células del cerebro, éstas dejan de funcionar y mueren. Muchos de los factores que aumentan el riesgo de sufrir un derrame cerebral están relacionados con el estilo de vida y pueden ser controlados o modificados.

La prueba LS7 fue desarrollada por la Asociación Americana del Corazón (AHA) para hacer un seguimiento del estado de salud y la medida de cumplimiento con las pautas saludables para los 7 factores modificables de la salud: la glucosa en sangre, el colesterol, la presión arterial, el índice de masa corporal, la actividad física, la dieta y el tabaquismo. Cada uno de estos factores se puede clasificar en los niveles ideales, intermedios o pobre de cumplimiento. Una puntuación alta en este test se ha relacionado con bajas tasas de enfermedad cardiovascular y muerte.
Un equipo de investigadores, dirigido por el doctor Ambar Kulshreshtha en la Universidad de Emory y por la doctora Mary Cushman en la Universidad de Vermont, exploró si la métrica LS7 podría utilizarse para evaluar el riesgo de ACV. Los especialistas estudiaron a casi 23.000 personas, de raza caucásica y negra, con una edad media de 65 años. Los participantes, que eran parte de un amplio estudio en curso llamado “Razones de las diferencias geográficas y raciales en el ACV” (REGARDS), se inscribieron entre 2003 y 2007. Ellos completaron una entrevista telefónica y un examen físico en el hogar. El trabajo fue financiado por Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) perteneciente al NIH.
Parámetros
Cada uno de los factores de salud 7 se puntuó como 0, 1, o 2 para representar a la mala salud, intermedia o ideal. Por ejemplo, los tabaquistas actuales se calificaron como "mala" para el factor de fumar, los ex fumadores que dejan de fumar dentro de los 12 meses anteriores se los calificó como "intermedio" y los que nunca habían fumado o que dejaron el hábito hace más de 12 meses como "ideal". Las puntuaciones totales se catalogaron como insuficiente (0-4), medio (5-9) y óptima (10-14) para la salud cardiovascular. Los resultados aparecieron en línea el pasado 6 de junio, en la revista “Stroke”.
Durante un seguimiento promedio de 5 años, se registraron 432 ACV entre los participantes. Los investigadores encontraron que, después de ajustar las variables por factores como el estatus socioeconómico, cada categoría de mejor puntuación en el LS7 (inadecuado para promedio óptimo) se asoció con un riesgo 25% menor de accidente cerebrovascular. Esta asociación fue similar en las poblaciones de ambas etnias.
Por cada punto registrado en LS7 total en la escala de 0 a 14 se relacionó con un riesgo 8% menor de ACV. Incluso los participantes con sólo un factor en la categoría ideal, tenían un menor riesgo de ictus en comparación con aquellos que no poseían ninguno. "Hemos utilizado la herramienta de evaluación para determinar el riesgo de ictus y encontramos que las pequeñas diferencias en el estado de salud se asociaron con una reducción significativa en el riesgo de accidente cerebrovascular", dijo Cushman.
Conclusiones
Los resultados de la prueba de estado de salud variaron ampliamente para cada uno de los 7 factores. Por ejemplo, mientras que el 84% de los participantes tenía un estado ideal para fumar, 0% tenían una dieta ideal. Sólo el 3% de los negros y el 8% de los blancos tenían 5 o más factores ideales de los 7. Estos resultados ponen de relieve las oportunidades importantes para desarrollar políticas públicas para reducir el riesgo cerebrovascular.
"Los ACV y otras enfermedades vasculares pueden prevenirse. Sin embargo, están causando una epidemia de afecciones crónicas que amenaza a los sistemas de salud y las economías de bienestar a nivel mundial”,dijo el doctor Norm Campbell, Presidente electo de la Liga Mundial de la Hipertensión (WHL).
Frente a este fenómeno, “el desarrollo de alianzas estratégicas de trabajo de organizaciones nacionales e internacionales resulta fundamental para contribuir a movilizar a las sociedades a adoptar medidas bien conocidas por ser su eficacia pero que, por desgracia, rara vez se aplican”, agregó.
Fuente: Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH).