El daño en algunas áreas del prosencéfalo o cerebro anterior podría evitar que ciertos supervivientes de accidente cerebro vascular (ACV) sean capaces de reconocer la ira, el enojo y el miedo, emociones que se relacionan con la evaluación de las amenazas, indica un estudio de tamaño reducido.
Incluyó a 23 pacientes jóvenes que habían sobrevivido a un ACV que afectó los ganglios basales, un área del prosencéfalo, y 68 personas sanas.
Los supervivientes de ACV con daño en los ganglios basales tenían una capacidad reducida para reconocer las expresiones faciales relacionadas con las amenazas en los demás, lo que sugiere que los ganglios basales tienen que ver con la detección de las amenazas.
Los investigadores también realizaron IRM de los pacientes, y evaluaron un amplio rango de capacidades de pensamiento y motrices de los participantes, así como de sus conductas sociales. Exploraron las afecciones coexistentes, como la depresión y la ansiedad.
Los médicos deben determinar qué tan bien los supervivientes de ACV con daño en los ganglios basales pueden identificar emociones en los demás, y si es necesario, la asistencia con ese problema debe formar parte de su programa de rehabilitación, apuntaron los investigadores.
El estudio se presentó el jueves en la reunión de la Asociación Americana del Accidente Cerebro vascular (American Stroke Association) en Nueva Orleáns.
Debido a que este estudio se presentó en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
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