Una investigación sobre pueblos indígenas amazónicos y africanos que aún siguen un estilo de vida de cazadores-recolectores o de recolectores-horticultores provee nueva información sobre la forma en que la dieta y el estilo de vida afectan al corazón a medida que los humanos envejecen.
Dos nuevos estudios hallaron que esos tipos de pueblos de cazadores-recolectores o solo recolectores tienen aumentos menos marcados en la presión arterial relacionados con la edad, y son menos propensos a sufrir de endurecimiento de las arterias que las personas con estilos de vida más modernos.
Factores del estilo de vida como unos niveles altos de actividad física y grandes cantidades de frutas y verduras (así como pocas calorías) en sus dietas podrían proteger a estos grupos contra esos problemas de salud, señalaron los investigadores.
Los estudios aparecen en la edición en línea del 21 de mayo de la revista Hypertension.
Un estudio observó a casi 2,300 adultos en 82 pueblos tsimane en la cuenca del Amazonas de Bolivia. Los tsimane viven en las tierras bajas, y son recolectores- horticultores que se mantienen de plátanos, arroz, maíz, mandioca, pescado y la caza.
Los investigadores hallaron que alrededor del tres por ciento de los adultos tsimane tienen hipertensión, frente a 33.5 por ciento de los adultos de EE. UU. En todo el mundo, 52 sociedades tienen presiones arteriales entre dos y ocho veces más altas que los tsimane. La presión arterial de los estadounidenses es de dos a cuatro veces mayor.
"Las condiciones de vida de los tsimane son similares a las de nuestros ancestros, con una mayor exposición a patógenos, un estilo de vida activo, una alta fertilidad y una dieta tradicional. Estudiar las enfermedades crónicas en estas poblaciones puede ser muy informativo", aseguró en un comunicado de prensa de la revista el autor del estudio Michael Gurven, profesor de antropología y catedrático de la Unidad de Ciencias Antropológicas Integradoras de la Universidad de California, en Santa Bárbara.
En el segundo estudio, investigadores hallaron que el endurecimiento de las arterias (aterosclerosis) era alrededor de 20 por ciento más bajo entre los pigmeos cazadores-recolectores tradicionales de los bosques tropicales de Camerún en comparación con los pigmeos semi-urbanizados que viven cerca y granjeros conocidos como bantú.
"Nuestro estudio muestra que el efecto del envejecimiento sobre la aterosclerosis se ve aminorado mediante un estilo de vida tradicional", señaló en el comunicado de prensa el autor líder, el Dr. Daniel Lemogoum, cardiólogo de la Clínica de la Hipertensión del Hospital Erasmo de la Universidad Libre de Bruselas, en Bélgica.
"Al enfocar nuestra atención en personas con estilos de vida muy distintos a los nuestros, quizás podamos comprender mejor que mantener una salud cardiaca es posible incluso cuando envejecemos", añadió Lemogoum.
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