Cirujanos de Oxford utilizaron una técnica
de terapia genética para mejorar la visión de seis pacientes que de otra forma
hubieran quedado ciegos.
La operación involucró insertar
un gen a las células del ojo para revivir las células que detectan la luz.
Los especialistas que
participaron en la prueba clínica consideran que en el futuro este tratamiento
podría tratar formas comunes de ceguera.
El profesor Robert MacLaren,
cirujano jefe de la investigación, dijo que estaba "absolutamente
encantado" con los avances alcanzados.
"Realmente no podemos
pedir mejores resultados", agregó.
El ensayo clínico comenzó hace
dos años con el primer paciente, Jonathan Wyatt.
Wyatt, en ese momento de 63
años, tenía una enfermedad genética conocida como coroideremia, que hace que
poco a poco se vayan muriendo las células que detectan la luz, en la parte de
atrás del ojo.
Visión
mejorada
Cuando se sometió a la
operación, Wyatt todavía podía ver algo. Su esperanza era que el procedimiento
detuviera el deterioro y salvara la poca visión que le quedaba.
Tanto él como otro de los
pacientes de la prueba descubrieron que la operación no sólo estabilizó su
visión, sino que la mejoró. El otro participante, que estaba en una etapa
temprana de la enfermedad, experimentó mejoras en su visión nocturna.
Ahora, Wyatt es capaz de leer
tres líneas más del cartel de las pruebas de visión. Le cuenta a la BBC que
antes de participar en el ensayo "pensaba que había llegado al borde del
abismo y que tenía un futuro de oscuridad total".
"El profesor MacLaren me
dio una palmadita en la espalda y dijo 'ven aquí, es posible que vuelvas a
ver'".
La esposa de Wyatt, Diane,
confirmó que la perspectiva de una ceguera total lo había deprimido mucho.
"Ahora está muy optimista".
"Es más independiente,
puede conseguir cosas que antes no podía, puede ir solo a las tiendas y es
menos una molestia".
Reaparición de estrellas
Reaparición de estrellas
Otro paciente que se sometió al
mismo tratamiento, Wayne Thompson, dijo que tras la operación había notado un
efecto inmediato.
"Mi visión del color
mejoró. Los árboles y las flores se veían mucho más vívidos, y por primera vez
desde que tenía 17 años, cuando mi visión se empezó a deteriorar, pude ver las
estrellas".
Thomson agregó que se había
pasado la vida resignado a que perdería la visión. "Los últimos 25 años
los viví con la certeza de que me iba a quedar ciego. Ahora (tras la operación)
existe la posibilidad de que pueda mantener mi visión".
"Mi visión del color
mejoró. Los árboles y las flores se veían mucho más vívidos, y por primera vez
desde que tenía 17 años, cuando mi visión se empezó a deteriorar, pude ver las
estrellas"
Wayne Thompson
La primera vez que le
diagnosticaron la enfermedad, le explicaron que no podría ver crecer a su hija,
que ahora tiene 9 años. "Ahora espero ver crecer a mis nietos", le
dijo Thompson a la BBC.
Si continúan las mejoras en los
pacientes, el objetivo es ofrecer el tratamiento a jóvenes con coroideremia
para prevenir que pierdan la vista.
La enfermedad es relativamente
rara, pero el profesor MacLaren cree que el éxito con coroideremia demuestra el
principio de que este tipo de terapia se podría usar para curar otras formas de
ceguera genética, incluyendo la degeneración macular, que está asociada con la
edad y que se estima la padecen más de 25 millones de personas en todo el
mundo.
"Los mecanismos de
coroideremia, y lo que estamos intentando hacer con el tratamiento,
probablemente podrían ser aplicados más ampliamente en causas más comunes de
ceguera", explicó el experto.
"La coroideremia muestra
algunas similitudes con la degeneración macular, pues estamos tratando a las
mismas células. Todavía no sabemos qué genes debemos tratar para la
degeneración macular, pero sabemos cómo hacerlo".
Por su parte, Clara Aglen, del
Instituto Nacional Real de Ciegos en el Reino Unido, considera que si bien se
trata de una investigación que está en una etapa temprana, "ofrece esperanzas
para otras enfermedades que tienen una base genética como la degeneración
macular y el glaucoma".
Aglen le dijo a la BBC que en
la medida que alcance este proceso, "habrá esperanzas de que se podrá
transferir (a otros trastornos) para ofrecer una cura de causas comunes de
ceguera".