El personaje
protagonista de la novela de S.J. Watson se despierta cada mañana sin recuerdos
de su vida anterior.
"Cuando
duerma, mi mente borrará todo lo que hice hoy. Mañana me despertaré como esta
mañana: pensando que todavía soy una niña, pensando que tengo toda una vida
llena de posibilidades por delante".
Son los
pensamientos de Christine, el principal personaje y voz narradora en la novela
debut del escritor británico Steven J. Watson, "Antes de irme a
dormir".
Christine
tiene una recurrente pérdida de memoria, con lo que olvida todo conocimiento de
su pasado de un día para otro.
Como
resultado, se despierta cada mañana sin saber dónde está o cómo llegó ahí. O
que el hombre tendido junto a ella en la cama es su marido desde hace más de 20
años.
Pero,
¿existe en la realidad esta forma de pérdida de memoria?
"Creí
que lo había inventado", dice el autor, Steven Watson. "Pero hay
gente que al parecer tiene una afección similar. Hay muchos mecanismos de la
memoria que todavía no entendemos".
Watson se
inspiró al ver el obituario de Henry Gustav Molaison, quien desde que fue
operado por epilepsia en 1953, había sido incapaz de crear recuerdos nuevos.
Hasta su muerte a la edad de 82 años en 2008, vivió constantemente en el
pasado.
"Pensé
en cómo habría sido el no tener recuerdo alguno de los años intermedios. Fue un
momento de lucidez, me pareció una historia con magnetismo".
También leyó
e investigó el caso de Clive Wearing, un director de orquesta y músico
británico que sufre amnesia severa desde que contrajo una infección cerebral en
1985.
Su memoria
dura poco más de 10 segundos, lo que le hace olvidar a las personas que acaba
de ver momentos antes.
Identidad
Geraint
Jones conoció a su esposa en un grupo de apoyo a personas con lesiones
cerebrales.
Watson dice
que se dio cuenta de que los recuerdos son la raíz de quienes somos.
"Me
impresionó lo fundamental que es para nuestro sentido del ser la capacidad de
rememorar nuestras experiencias, lo inquietante que debe ser estar varado en el
tiempo, sin conocimiento del propio pasado".
"También
me di cuenta de lo común que es esta afección. La gente que padece Alzheimer
tiene problemas con la pérdida de memoria todo el tiempo, pero de alguna manera
es más chocante verlo en una persona joven y sin embargo no debería
serlo".
Geraint
Jones, de Gales del Sur, sabe bien lo que es sufrir pérdida de memoria. Tenía
19 años cuando fue víctima de un ataque al volver a casa de un bar. Sufrió daño
cerebral severo y pasó una semana conectado a un sistema de respiración
artificial.
"No
podía recordar nada cuando recuperé la conciencia. Todavía ahora no recuerdo
nada del ataque. Ni siquiera reconocí a mis padres cuando me visitaron".
Geraint
estuvo hospitalizado seis semanas en total, pero sólo recuerda la última semana
de su estancia en el centro sanitario.
"Ahí es
cuando verdaderamente desperté. Hasta entonces, entraba y salía de la
conciencia".
Han pasado
ocho años y todavía sufre de pérdidas de la llamada memoria de corto plazo. El
impacto en los lóbulos frontales del cerebro afectó a su equilibrio,
coordinación y habla también.
"Algunos
días son malos. A veces no recuerdo lo que hice ayer y me frustro mucho".
Recuperación
limitada
El profesor
David Shanks, del Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de
Londres, explica que la parte del cerebro que se conoce como hipocampo
determina el funcionamiento de nuestra memoria.
Conforme
envejecemos, las células del hipocampo mueren a un ritmo acelerado pero para la
mayor parte de la gente esto se traduce en una pérdida moderada de memoria a
una edad avanzada.
El daño
permanente al hipocampo puede ser consecuencia de una lesión seria en la cabeza
o un derrame, cuando el suministro de sangre y oxígeno al cerebro se
interrumpe.
"Una
vez dañado, incluso en una persona joven, hay una recuperación limitada en esta
parte del cerebro. No hay evidencia de plasticidad", dice el profesor
Shanks.
Para
sobrellevar los efectos del daño cerebral y la pérdida de memoria, la gente
adopta distintas herramientas y formas de gestionar la situación.
"No hay
cura para la pérdida de memoria; algunas personas recuperarán algunos recuerdos
con el tiempo, pero otras no serán tan afortunadas"
Luke Griggs,
de la organización Headway
Geriant
confía en su nuevo iPhone para que le ayude a recordar cosas que normalmente
olvidaría. Hablándole, el teléfono entiende y graba lo que él dice, creando
entradas diarias que actúan como recordatorios orales.
Shanks
describe otra pieza de tecnología útil, una cámara que se lleva alrededor del
cuello, que hace fotos automáticamente y ayuda a quien la porta a recordar
acontecimientos de una forma más vívida al mirar las imágenes grabadas.
En
"Antes de irme a dormir", la toma de conciencia de Christine de su
recurrente pérdida de la memoria de largo plazo le impulsa a escribir un diario
que se convierte en su historia de vida y un diario de sus recuerdos.
La verdad
sobre el pasado
Luke Griggs,
de la organización humanitaria Headway especializada en lesiones cerebrales,
dice que los problemas con la memoria son algo común.
"La
pérdida de la memoria de largo plazo puede hacer que la gente se olvide de
segmentos enteros de su vida, como su infancia, mientras que la pérdida de la
memoria de corto plazo puede hacer que cumplir las labores sencillas del día a
día sea un verdadero desafío.
"No hay
cura para la pérdida de memoria; algunas personas recuperarán algunos recuerdos
con el tiempo, pero otras no serán tan afortunadas", señala Griggs.
El tortuoso
proceso de recolocar los 47 años de su vida cada mañana, hace que Christine sea
completamente dependiente de su marido y su médico, y de la información que le
dan sobre su propio pasado.
Watson
reconoció esta sensación de dependencia y aislamiento al trabajar con gente que
tenía problemas de audición como parte de su trabajo en el hospital londinense
de St Thomas's – y quiso recrearlo en su personaje, Christine.
Pero no
quería presentarla como una víctima en su libro.
"Lucha
por encontrar su propia verdad en una situación muy complicada.
"¿A quién
crees en esta situación? ¿En quién confías? Si sabes que tu ser amado se
sentirá mal por algo que ocurrió en su pasado, ¿se lo cuentas? ¿O es más amable
decir mentiras?".