Los
peluqueros podrían ayudar a detectar anomalías en la piel de la cabeza y el
cuello.
Los médicos
que tratan de combatir uno de los tipos más comunes de cáncer, el de la piel,
esperan contar cada vez más con la ayuda de unos inusuales protagonistas: los
peluqueros y barberos.
En la más
reciente edición de la publicación Journal of the American Academy of
Dermatology, un grupo de doctores estadounidenses señalan que estos
estilistas no sólo pueden ser clave en la detección temprana del cáncer de
piel, sino que además deberían ser entrenados para que su labor incluya la
revisión de anomalías.
"No
deberíamos esperar a que nuestros pacientes con cáncer de piel lleguen a
nosotros cuando ya puede ser demasiado tarde", dicen.
"Pero
sí deberíamos usar métodos de investigación y promoción para mejorar la detección
temprana de melanomas al capitalizar el rol de los peluqueros y su relación
única con nuestros potenciales clientes".
Se estima
que en Reino Unido, unos 100.000 nuevos casos de cáncer de piel son
diagnosticados cada año, mientras el Instituto Nacional de Cáncer de Estados
Unidos estima que en 2012 serán diagnosticados más de 76.000 nuevos casos de
melanomas en ese país.
La mayoría
de casos puede prevenirse (el cáncer de piel es causado por demasiada
exposición a la luz ultravioleta del sol), pero las tasas se han incrementado
en los últimos años.
"Sí
deberíamos usar métodos de investigación y promoción para mejorar la detección
temprana de melanomas al capitalizar el rol de los peluqueros y su relación
única con nuestros potenciales clientes."
Autores del informe del Journal of the American Academy of Dermatology.
En las
mujeres, el cáncer ocurre principalmente en las piernas; en los hombres, en la
espalda. Pero hasta 20% de los casos ocurre en la piel de la cabeza y el
cuello, dos lugares donde las lesiones pueden pasar desapercibidas. De ahí que
los peluqueros puedan ser clave.
La mano
derecha
No se espera
que los peluqueros hagan un diagnóstico, pero sí que puedan señalar bultos,
llagas o lunares que llamen la atención del cliente para que éste pueda ir
luego a donde un médico.
Así, los
peluqueros capacitados podrían eventualmente convertir los chequeos en parte de
su rutina de belleza. En otras palabras, podrían ofrecer el corte de pelo, el
lavado y el secado y, de paso, una revisión cancerígena básica.
En 2010, un
panel de expertos de cáncer de piel de Reino Unido produjo una serie de
directrices para peluqueros y estilistas para ayudarlos a identificar melanomas
malignos y otros dos tipos de cáncer de piel comunes y menos agresivos: el
carcinoma de células basales y el carcinoma espinocelular.
Una vocera
de la Asociación Británica de Dermatólogos, una fundación sin ánimo de lucro
que hace parte del panel, dijo: "Sería peligroso sugerir que una pequeña cantidad
de 'entrenamiento' les permite a los profesionales de la salud y la belleza
diagnosticar cáncer de piel".
Es clave
detectar de manera temprana lunares con características extrañas.
"Sin
embargo, sí pueden ayudar a encontrar cambios de la piel en lugares que sus
clientes no pueden ver normalmente".
Sarah
Williams, de Cancer Research UK, también parte del panel, dijo que
debían evaluar esas estrategias para descubrir si, en efecto, logran el efecto
deseado.
"Descubrir
el cáncer de piel de manera temprana hace que la probabilidad de éxito del
tratamiento sea mayor. Así que es importante generar una mayor conciencia de
los cambios que hay que buscar (en la piel) y animar a las personas a que pidan
una cita donde su médico general si ven cualquier cosa fuera de lo común",
dijo.
"Las
señales de cáncer de piel de las que todos deben estar pendientes incluyen
cambios en el tamaño, en la forma o el color de un lunar, cualquier otro cambio
en un lunar o un pedazo de piel, o una llaga que no haya sanado después de
varias semanas. Si usted se da cuenta de algunos de estos cambios, lo mejor es
que sin demora vaya a donde un doctor para que lo revise".
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