Se dice que los ojos son el reflejo del alma y también pueden serlo de la salud del corazón. Un estudio reciente ha detectado una relación entre la aparición de ciertas placas de grasa en los párpados y la presencia de enfermedad cardíaca. De ser así, este hallazgo podría ayudar a prevenir infartos. Aquí te contamos más detalles sobre esta investigación y sus resultados.
Mucha gente puede entenderse tan solo al mirarse. Pero la mirada no es la única que habla. Los ojos también pueden dar señales, por ejemplo, sobre tu salud, ya que la aparición de unas pequeñas protuberancias amarillas en los párpados (debido al depósito de la grasa debajo de la piel) puede estar indicando que tienes problemas del corazón y ayudarte a prevenir infartos.
Técnicamente, esas placas son conocidas como xantelasmas y son, en pocas palabras, células cargadas de colesterol que se acumulan en la piel. Los xantomas (que son depósitos de grasa superficiales en la piel) pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, en especial en los codos, las articulaciones, los tendones, las rodillas, las manos, los pies o los glúteos, y ser de diferentes tamaños (hasta más 3 pulgadas o 7,5 centímetros de diámetro). Cuando estas protuberancias aparecen en los párpados se dice que es un xantelasma palpebral.
Junto a éstos, existe otro tipo de acumulación de lípidos (o grasas) en los ojos denominado arco corneal, que forma una especie de anillo amarillento en el borde de la córnea (la córnea la estructura transparente que se encuentra al frente del ojo, que permite el paso de la luz y que protege al iris, lo que tiene el color y al cristalino, el lente del ojo). Como ambos indican depósitos de colesterol, han sido estudiados por distintos equipos de investigación con anterioridad, pero hasta el momento no había podido establecerse ninguna relación entre ellos y las patologías cardiovasculares.
En busca de una respuesta, un grupo de especialistas de la Universidad de Copenhague en Dinamarca ha realizado un estudio que logró demostrar que los xantelasmas sí están asociados con un mayor riesgo de enfermedad del corazón y muerte a largo plazo. Por el contrario, no encontraron ninguna relación entre estos problemas y la formación de los arcos corneales.
Para llegar a estos resultados, que fueron publicados en la última edición del British Medical Journal, los investigadores tomaron en cuenta a casi 13 mil personas de entre 20 y 93 años de edad que participaron en el Estudio Cardiaco de la ciudad de Copenhague entre 1976 y 2009 (es decir que siguieron el estado de salud de los participantes durante más de 30 años).
Al inicio del estudio ninguno tenía problemas cardíacos, poco más del cuatro por ciento tenía xantelasmas y casi una cuarta parte arcos corneales. A lo largo del estudio, más de 1.870 pacientes sufrieron de un ataque cardiaco, casi 3.800 desarrollaron enfermedad cardíaca, alrededor de 1.500 sufrieron un accidente cerebrovascular y 1.815 desarrollaron una enfermedad cerebrovascular.
Al finalizar el estudio, los investigadores detectaron que tener xantelasma se asociaba con tener más posibilidades de sufrir un ataque cardiaco y desarrollar enfermedades del corazón, aunque los investigadores advierten que este aumento es mínimo: quienes tenían estas protuberancias demostraron tener 1,4 veces más probabilidades de padecer un infarto al corazón que quienes no las tenían.
Por eso, quienes tengan estas placas no deben alarmarse (aunque siempre es conveniente llevar controles periódicos de salud). Lo interesante de este estudio es que puede ayudar a detectar problemas cardíacos en lugares donde es muy costoso realizar análisis de sangre que puedan identificar la presencia de niveles elevados de colesterol.
Además, a pesar de que se trata de una acumulación de grasa, muchas personas con depósitos en los párpados no tienen niveles elevados de colesterol en la sangre, ya que algunas personas tienen una alteración en el metabolismo de las grasas que hace que el colesterol se acumule en las paredes de sus arterias pero los análisis sanguíneos no muestran cifras elevadas. En estos casos, los xantelasmas estarían avisando de esta situación y podrían ayudar a prevenir problemas en el futuro.
Y si de cuidar la salud del corazón se trata, la opción más conveniente es mantener una dieta saludable y balanceada acompañada de una rutina regular de ejercicios físicos. No esperes a que tus ojos te den una mala noticia, como que estás en riesgo de desarrollar un ataque al corazón. Toma el control y evítales esa desagradable tarea.
Déjalos por el contrario expresar solamente alegría, felicidad y amor.
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