viernes, 11 de noviembre de 2011

Un estudio del cerebro sugiere que algunos pacientes en estado vegetativo están conscientes

Un EEG, que mide la actividad eléctrica del cerebro, parece capaz de detectar conciencia en algunos pacientes que se pensaba estaban en un estado vegetativo permanente, halla un estudio canadiense reciente.

Una imagen por resonancia magnética (IRM) funcional también es capaz de mostrar si un paciente inconsciente tiene algo de conciencia, pero el alto costo y disponibilidad limitada de estos aparatos hace que dicha prueba sea prohibitiva para la mayoría de pacientes, anotaron los investigadores.

"Hemos podido mostrar que 20 por ciento de un grupo de 16 pacientes que, para el mundo externo, parecen estar inconscientes en realidad están conscientes del todo", apuntó el investigador líder Damian Cruse, becario postdoctoral del Centro del Cerebro y la Mente de la Universidad de Ontario Occidental.
"Cuando se piensa en el número de pacientes en todo el mundo que se consideran en un estado vegetativo, el veinte por ciento se convierte en un gran número de individuos que comprenden todo lo que sucede a su alrededor pero no pueden mostrarlo", señaló.

Un EEG, también conocido como máquina de electroencefalogramas, puede ser llevado al paciente y podría potencialmente proveer a todo paciente con la oportunidad de comunicarse con el mundo exterior, añadió Cruse.

El informe aparece en la edición en línea del 10 de noviembre de la revista The Lancet.

En este pequeño estudio, 16 pacientes que habían sufrido una lesión cerebral traumática o no traumática y habían sido diagnosticados con un estado vegetativo recibieron pruebas con un EEG.
Mientras se sometían a la prueba, los investigadores pidieron a los pacientes que se imaginaran que movían la mano derecha y los dedos del pie.
Además de los 16 pacientes en estado vegetativo, los investigadores también evaluaron a doce personas sanas.

El equipo de Cruse halló que tres de los pacientes tenían respuestas adecuadas en el EEG aunque parecían no responder físicamente. Dos de estos pacientes habían sufrido una lesión cerebral traumática, y el otro una lesión cerebral no traumática.
No hubo una relación significativa entre los historiales clínicos de los pacientes y la capacidad de seguir instrucciones, anotaron los investigadores.

Este hallazgo podría tener profundas implicaciones para el paciente, las familias y los equipos de atención de salud, aseguró Cruse. "Una emocionante posibilidad futura, que es nuestra principal meta, es desarrollar esta técnica como herramienta de comunicación", explicó.
"Dado que ahora podemos demostrar que potencialmente 20 por ciento de los pacientes considerados vegetativos en realidad pueden comprender lo que les pedimos, nuestro próximo objetivo es proveerles la capacidad de responder. Claramente, una capacidad de interactuar con el mundo externo cambiaría grandemente las vidas de los pacientes que puedan utilizar esta técnica".

El próximo paso es poder plantear a los pacientes cosas como "para responder sí, imagínate que mueves tu mano derecha, para responder que no, imagínate que mueves los dedos de los pies", y poder saber sus respuestas a través de su actividad cerebral, explicó Cruse.
Hay varios obstáculos técnicos a vencer para interpretar las respuestas de los pacientes, pero no son insuperables, apuntó.

El Dr. Jonathan Friedman, director del Instituto del Cerebro y la Columna de Texas en el Colegio de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, describió el estudio como "novedoso y potencialmente importante".
"Este estudio añade a un creciente cuerpo de conocimiento que sugiere que el estado vegetativo es más complejo y diverso de lo que se pensaba", aseguró Friedman.

El Dr. Jaime Levine, director médico de rehabilitación de lesiones cerebrales del Centro Médico Langone en la ciudad de Nueva York, dijo que "no hay nada peor que un paciente que está consciente pero ha sido diagnosticado como vegetativo. Una prueba portátil podría resultar útil".
Dicha prueba podría identificar a los pacientes que tienen un "potencial de rehabilitación". Además, podría ayudar a las familias a tomar decisiones sobre el tratamiento y la atención al final de la vida, apuntó Levine.

Sin embargo, Morten Overgaard, director de la Unidad de Investigación en Ciencias Cognitivas de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, y autor de un editorial acompañante, señaló que el estudio tiene dos problemas importantes.
"En primer lugar, se ha encontrado que casi todas las funciones cognitivas funcionan tanto consciente como inconscientemente en las personas sanas. Entonces, si las personas siguen una orden, no es una indicación totalmente clara de que estén conscientes de ella".

De esa forma, si se hace un EEG para determinar a cuáles pacientes se tratará y a cuáles no, la prueba no es suficientemente potente para hacer esa determinación, anotó Overgaard.
El segundo punto tiene que ver con la forma en que se clasifica a las personas con un estado vegetativo. Los criterios actuales no tienen nada que ver con la experiencia subjetiva que los pacientes podrían tener. Estas pruebas son demasiado poco delicadas para realmente identificar qué pacientes se beneficiarán del tratamiento, aseguró.

"Si se desea hablar sobre si esta gente está consciente, necesitamos una escala nueva y distinta", dijo Overgaard. "Este hallazgo no debe usarse solo para decir que algunos pacientes están mal diagnosticados, sino para desafiar las categorías que usamos actualmente para hablar sobre la conciencia".

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