Tres nuevos estudios muestran que la educación sobre la diabetes y las intervenciones conductuales pueden ayudar a reducir los niveles de glucemia en las personas que tienen problemas para gestionar la enfermedad.
Cada estudio observó distintos tipos de intervenciones educativas y conductuales, y hallaron cierta mejora en el control a largo plazo de la glucemia. Los resultados aparecen en la edición en línea del 10 de octubre de la revista Archives of Internal Medicine.
"La educación sobre la diabetes es fundamental. Y el tiempo y el esfuerzo que se invierten en los pacientes se correlaciona de forma positiva con mejores resultados", aseguró el Dr. Joel Zonszein, director del programa clínico de diabetes del Centro Médico Montefiore en la ciudad de Nueva York. "La estrategia es ligeramente distinta en cada uno de estos estudios, pero muestran que la educación funciona".
Pero añadió que es importante personalizar la estrategia educativa usada según la población de pacientes. Lo que funciona con las personas con diabetes tipo 1 no necesariamente funcionará bien con pacientes de diabetes tipo 2. Las personas que ya tienen complicaciones por la diabetes probablemente necesiten una educación y seguimiento más intensivos que aquellas que tienen una diabetes relativamente bien controlada, apuntó Zonszein.
Un estudio comparó una intervención que combinaba aspectos de estrategias cognitivo conductuales con una educación estándar sobre la diabetes tanto en ámbitos grupales como individuales. Las estrategias cognitivo conductuales ayudan a identificar y cambiar los pensamientos negativos que pueden llevar a malos resultados.
Por ejemplo, en la educación sobre la diabetes, una estrategia conductual podría ser lograr que la gente deje de pensar en los niveles de glucosa como "buenos" o "malos". "No permitimos el uso de etiquetas. Esas cifras son información, y toda información es valiosa", apuntó la autora líder del estudio Katie Weinger, investigadora conductual del Centro de Diabetes Joslin, en Boston.
En lugar de pensar que se ha sido malo si se obtiene una lectura alta, Weinger sugiere pensar sobre qué podría haber contribuido a esa cifra, que se puede hacer para reducirla ahora y qué se puede hacer de forma distinta en un futuro para evitar que suceda de nuevo.
Ese estudio incluyó a 222 adultos que habían tenido problemas con la gestión de la diabetes durante años. El 51 por ciento de los voluntarios del estudio tenían diabetes tipo 2, y 49 por ciento tenían diabetes tipo 1.
Al inicio del estudio, la hemoglobina A1C (HbA1C) promedio era de 9 por ciento. La HbA1C o A1C es una medida de los niveles de glucemia a largo plazo. Mide entre dos y tres meses de niveles promedios de glucemia. En general, la meta para las personas diabéticas es lograr bajar del 7 por ciento.
Las personas en el grupo conductual estructurado tuvieron una reducción de 0.8 por ciento en la A1C, mientras que los que participaron en educación grupal estándar la redujo en 0.4 por ciento. Las personas en el grupo de educación estándar individual también experimentaron una reducción de 0.4 por ciento.
El segundo estudio comparó la educación grupal, la educación individual y ninguna educación asignada. Incluyó a 623 pacientes de diabetes tipo 2 de Minnesota y Nuevo México. Al inicio del estudio, el promedio superaba el 7 por ciento.
Después de la intervención del estudio, más personas en el grupo de educación individual (21.2 por ciento) tenían una A1C inferior a 7 por ciento, frente a 13.9 por ciento de las personas en la educación grupal y 12.8 por ciento de los que no recibieron ninguna educación específica.
El último estudio incluyó a 201 personas, la mayoría negros o latinos que vivían en la pobreza, que tenían problemas con la gestión de la diabetes. La A1C promedio al inicio del estudio era de 9.6 por ciento.
Los participantes del estudio recibieron un video de 24 minutos junto con un cuaderno de ejercicios y cinco sesiones de entrenamiento (coaching) telefónico de parte de una enfermera de diabetes, o un folleto de 20 páginas del Programa Nacional de Educación sobre la Diabetes de EE. UU. La A1C promedio se redujo en 0.5 por ciento, pero los investigadores no hallaron diferencias entre ambos grupos.
Weinger aseguró que la moraleja es que "el equipo médico puede ofrecer ayuda a las personas que tienen problemas con la autogestión. Hay personas entrenadas y capaces de ofrecer respaldo y ayuda. Es difícil manejar la diabetes solo".
Zonszein añadió que la educación no debe ocurrir solo en una ocasión. De vez en cuando, la educación debe recibir un refuerzo.
Tanto Weinger como Zonszein dijeron que por lo general Medicare aprueba hasta diez horas de educación sobre la diabetes, y que muchas aseguradoras siguen las directrices de Medicare.
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