Si eres de esas personas a las que les encanta el café y tomas una tacita a cada rato, quizás estés cansada de que te recuerden a cada momento que el café es malo. Un nuevo hallazgo te brinda un buen argumento en defensa de tu hábito: consumir a diario más de cuatro tazas de esta infusión puede ayudarte a reducir el riesgo de desarrollar cáncer del endometrio.
El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, entre otras cosas porque contiene cafeína, una sustancia que estimula al sistema nervioso, te hace sentir más despierta, con más energía, y ayuda a que tu cuerpo elimine líquidos, actuando como un diurético natural.
El exceso de cafeína puede provocar insomnio, irritabilidad, dolores de cabeza y problemas estomacales. Incluso, algunos estudios la relacionan con el desarrollo de la artritis reumatoide, que es una forma de artritis que causa dolor, inflamación, rigidez y disminución en el funcionamiento de las articulaciones. Por eso, en general, se recomienda no abusar del café ni de la cafeína, que también está presente en el chocolate y en otras bebidas como el té y en algunos refrescos (o sodas).
Sin embargo, otros estudios también han demostrado que el café podría tener efectos positivos sobre la salud. Algunos, por ejemplo, han evaluado cómo afecta el café al corazón y han encontrado que el consumo moderado de café y de té podría reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Otras investigaciones vinculan al consumo de café con un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama y de útero, y algunas también demuestran que podría ayudar a las mujeres a combatir la depresión.
Ahora se suma un beneficio más. Un estudio desarrollado por unos especialistas de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, encontró que las participantes que consumieron cuatro tazas de café a diario desarrollaron menos cáncer de endometrio, hasta un 25% menos, que el resto de las mujeres que participaron en el estudio.
El cáncer del endometrio afecta a la membrana que recubre al útero o matriz, que es el lugar donde se desarrolla el bebé durante el embarazo, y es uno de los que más afecta a las mujeres.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores analizaron los hábitos de consumo de café de alrededor de 67.500 mujeres de 30 a 55 años de edad, que participaron en la Encuesta de Salud de las Enfermeras que se inició en 1976. Les hicieron encuestas cada dos años, durante 26 años, para la detección del cáncer de endometrio, y evaluaron los hábitos dietéticos mediante otras encuestas, que fueron completadas una vez cada cuatro años entre 1980 y 2002.
Tras tomar en cuenta otros factores, como los hábitos de tabaquismo, el índice de masa corporal y el consumo de alcohol, los autores hallaron que cuatro o más tazas de café con cafeína se asociaban “significativamente” con una reducción de 25 por ciento en el riesgo de desarrollar cáncer del endometrio.
Sin embargo, no recomiendan elevar el consumo de café ya que este beneficio podría quedar anulado si se le añade rutinariamente crema y azúcar.
Además, los investigadores advierten que si bien puede haber una relación entre estos dos factores, no existe causalidad, es decir que no significa que si aumentas tu consumo diario de café evitarás que el cáncer se desarrolle.
Todavía faltan más investigaciones para descubrir exactamente cómo la cafeína impacta la salud.
Mientras recibimos noticias más concretas, recuerda que todos los excesos son malos.
Se considera que una cantidad moderada o promedio de cafeína diaria es la que obtienes al tomar tres tazas de café de 8 onzas (aproximadamente 250 miligramos de cafeína) y 5 raciones de bebidas “colas” con cafeína o té.
Además, ten en cuenta que algunas personas deben evitar el consumo de cafeína o tomarla sólo en pequeñas cantidades, como:
• Las propensas al estrés, a la ansiedad o a tener problemas de sueño.
• Las mujeres con protuberancias (crecimientos) y dolor en las mamas.
• Las personas con reflujo de ácido o úlceras gástricas.
• Las personas con hipertensión arterial que no responden al tratamiento.
• Las personas que tienen problemas con ritmos cardíacos irregulares o rápidos.
• Las personas que tienen dolores de cabeza crónicos.
• Las embarazadas y los niños.
Con esta información puedes disfrutar tu tacita de café.
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