miércoles, 11 de enero de 2012

¿Podrían los parches de nicotina ayudar a retrasar la pérdida de memoria?

Una investigación reciente sugiere que los parches de nicotina usados por las personas que intentan dejar de fumar podrían servir para un propósito inesperado: parecen contrarrestar la pérdida leve de memoria en los pacientes mayores.
La investigación es preliminar y solo participaron unas cuantas docenas de sujetos. También es una cuestión del gasto. Aunque están disponibles sin receta, los parches pueden costar varios dólares al día.
Pero "el tratamiento con nicotina podría ser una forma de mejorar los síntomas de la memoria y tal vez extender su capacidad de realizar todas esas cosas cognitivas que necesitamos hacer", señaló el autor del estudio, el Dr. Paul Newhouse, director del Centro de Medicina Cognitiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt. "Esperamos continuar esto con un grupo mucho mayor".
Esta no es la primera vez que los investigadores han intentado analizar las conexiones entre el cerebro y la nicotina. En los 80, Newhouse y otros descubrieron a través de autopsias que los cerebros de los pacientes de Alzheimer carecían de ciertos "receptores" que ayudan a los compuestos químicos del cerebro a funcionar de forma adecuada, apuntó. Aunque su trabajo en el cerebro no es gestionar la nicotina, esos receptores sí responden a ella.
Las experiencias de los fumadores parecen confirmar la conexión entre la nicotina y la función cerebral, apuntó Newhouse. "Si las personas fuman un cigarrillo, dicen que pueden prestar más atención".
Sin embargo, parece que la nicotina no es una gran ayuda si alguien ya tiene una capacidad de prestar atención que funcione bien, señaló.
En el nuevo estudio, los investigadores reclutaron a 74 adultos mayores que fumaban y que presentaban problemas cognitivos leves, y observaron lo que sucedía a 34 que recibieron tratamiento con parches de nicotina (15 miligramos al día) y a 33 que recibieron parches de placebo durante seis meses. Los otros siete no terminaron el estudio.
Las personas del estudio no estaban tan mal como para ser diagnosticadas con enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, sí tenían momentos de pérdida de memoria que la gente que les rodeaba notaba, apuntó Newhouse.
"Parecían repetirse, decir lo mismo una y otra vez, o no recordar algo que les habían dicho", explicó. "O cometían errores en los cálculos de su chequera".
Las pérdidas en la función cognitiva superaban a las que se esperan del envejecimiento normal, añadió.
Tras pruebas de cognición y memoria al inicio del estudio y de nuevo a los tres y seis meses, los instigadores hallaron que los que usaron los parches reales rindieron mejor en términos de atención y memoria, aunque las diferencias no eran inmensas y sus médicos no las notaron. El grupo de parches de nicotina recuperó 46 por ciento de la pérdida de memoria a largo plazo, mientras que el grupo del placebo experimentó un declive adicional de 26 por ciento en la memoria. Además, "subjetivamente, las personas pensaban que les iba mejor", apuntó Newhouse.
El único efecto secundario constante fue la pérdida de peso, apuntó, y no está claro si eso se estabiliza con el tiempo.
Los participantes que recibieron los parches de verdad no sufrieron síntomas de abstinencia cuando dejaron de usarlos, señaló Newhouse. "No hay preocupación sobre la dependencia o sobre desear tomar nicotina aunque no debiera".
Los parches parecen mejorar la memoria al afectar los compuestos químicos del cerebro y permitir a la persona prestar atención con mayor facilidad, comentó. "La atención es necesaria para que la memoria funcione".
Sin embargo, Newhouse enfatizó que en este momento no puede recomendar el tratamiento con nicotina para la pérdida de memoria. "Si desea considerarlo, hable con su médico", aconsejó.
Jennifer Rusted, profesora de psicología experimental de la Universidad de Sussex, en Inglaterra, dijo que el estudio estuvo bien hecho pero que no aborda la eficacia de usar los parches de nicotina a largo plazo. Además, apuntó Rusted, hay debate sobre quién debe calificar como que tiene problemas cognitivos leves en estudios como este.
En cuanto a la idea de usar parches de nicotina para mantener la agudeza mental, señaló que "realistamente, los beneficios incluso en esta prueba cuidadosa fueron tan pequeños como para ser indistinguibles en el ámbito general de las actividades cotidianas. Algo que es más importante es que hay muchísimas otras formas de lograr mejoras mucho más grandes, como el ejercicio, la dieta, la participación y la interacción social y cognitiva".
El estudio aparece en la edición del 12 de enero de la revista Neurology. Los investigadores recibieron financiación federal para la investigación, y la compañía farmacéutica Pfizer contribuyó los parches de nicotina.


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