lunes, 20 de diciembre de 2010

¿El cerebro femenino es más sensible al estrés?

Un estudio dirigido por un profesor de Rutgers, The State University of New Jersey, Estados Unidos, y recientemente publicado por el Journal of Neuroscience llegó a la conclusión de que las diferencias de género en el cerebro podrían explicar por qué hombres y mujeres reaccionan de modo distinto frente al estrés.

Estructuras cerebrales involucradas con el miedo y el estrés
Los investigadores estudiaron los cerebros de ratas macho y hembra, poniendo atención sobre dos regiones que se sabe cumplen un papel importante en el aprendizaje y el estrés: la amígdala y la corteza prefrontal. La amígdala es una estructura pequeña ubicada en la profundidad de los lóbulos temporales del cerebro que detecta las situaciones estresantes. La corteza prefrontal se encuentra adelante del cerebro y es necesario para las funciones cognitivas superiores. Pero las dos estructuras están conectadas íntimamente y se comunican.
Para el estudio expusieron a las ratas macho y hembra al estrés y luego les plantearon una situación para que aprendieran asociativamente una tarea. Durante el entrenamiento, las ratas aprendieron a asociar un evento con otro que ocurría con posterioridad. Les hicieron sentir un tono y más tarde las estimularon para que pestañearan.
Luego del estímulo, la mayoría de las ratas macho respondieron al tono pestañeando. En cambio, la mayoría de las ratas hembra no lo hicieron. Esto indicó a los investigadores que las hembras habían fallado al tratar de aprender la asociación.
Pero además hicieron otra comprobación. Cuando interrumpieron las conexiones entre la corteza prefrontal y la amígdala en algunas de las hembras, éstas pudieron aprender la asociación. Lo que no ocurrió en el caso de los machos, en los que no se notó ninguna diferencia.
Según Tracey Shors, profesor de psicología de Rutgers a cargo de la investigación, los machos y hembras usan distintas estructuras cerebrales para aprender luego de pasar por situaciones estresantes. Las hembras pueden aprender luego de pasar por una situación estresante si su corteza prefrontal no se comunica con la amígdala. Estas diferencias en el cerebro podrían explicar por qué las mujeres son tan sensibles al estrés y por qué tienen más probabilidades de sufrir de enfermedades relacionadas con el estrés, como la depresión y los trastornos de estrés post traumáticos.
De confirmarse en humanos estos mecanismos que se reconocieron en experimentos con animales, podrían diseñarse tratamientos diferenciales para tales trastornos, según se trate de hombres o mujeres quienes se vean afectados.

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