sábado, 25 de diciembre de 2010

Resonancia magnética: valioso estudio para detectar cáncer de mama en mujeres de riesgo

En las mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama, la resonancia magnética resulta un estudio de detección más eficaz que la mamografía. Así lo indica una investigación realizada en Holanda y publicada en el Journal of Clinical Oncology.

El ensayo se llevó a cabo en 2.157 mujeres que tenían una probabilidad mayor de sufrir la enfermedad, ya sea por ser portadoras de mutaciones en los genes BRCA o por tener antecedentes familiares. La supervivencia a seis años de las voluntarias de estos grupos que presentaron cáncer durante el estudio y que fueron sometidas a exámenes de resonancia magnética se comparó con la supervivencia a cinco años registrada en estudios previos, en los cuales las mujeres no se realizaron estas pruebas.

El resultado: el 93% de las portadoras de mutaciones que desarrollaron cáncer seguían con vida al finalizar el período de seguimiento, frente al 74% que se mantuvo con vida luego de cinco años en estudios realizados con anterioridad. De las mujeres con riesgo alto o moderado debido a antecedentes familiares, todas seguían con vida al cabo de seis años.

La sensibilidad de la resonancia en la detección del cáncer de mama fue del 71% frente al 41% de la mamografía. Un aspecto llamativo que reveló la investigación es que el primer estudio es mucho más eficaz que el segundo en detectar tumores en mujeres portadoras de la mutación BRCA1, ya que detectaron el 67% de los casos frente al 25% diagnosticado por las pruebas de rutina. Los hallazgos no fueron los mismos para las mujeres con mutaciones BRCA2 y más probabilidades de presentar carcinoma ductal in situ.

Usar la tecnología de la resonancia magnética para detectar el cáncer de mama no es novedoso. Hace ya años que los médicos recomiendan, junto con la mamografía, este examen en las mujeres con un riesgo mayor. La prueba permite encontrar tumores que resultan imperceptibles en las mamografías y viceversa.

No sucede lo mismo con las adultas que tienen un riesgo promedio de padecer la enfermedad. En estos casos, no suele utilizarse la resonancia, ya que ésta identifica muchas posibles anomalías que conducen a numerosos exámenes cuyo resultado final resulta ser inofensivo.

La conclusión a la que se llegó en el estudio holandés es que la combinación de examen clínico, mamografía y resonancia magnética ofrece un panorama más claro a las mujeres y permite que éstas tomen decisiones más informadas acerca de la mastectomía profiláctica. Aquellas con un alto riesgo de presentar cáncer optan por someterse a esta operación para prevenir la enfermedad.

Un punto débil de esta investigación es la falta de grupo de referencia. En lugar de comparar un conjunto de mujeres de alto riesgo sometidas a resonancias magnéticas con otro de mujeres de alto riesgo a las que no se les realizara la resonancia, se efectuó la comparación sobre la base de hallazgos de estudios previos.

Esta decisión y consecuente falibilidad de los resultados obedece a cuestiones éticas: si se tiene la sospecha de que realizar el examen a mujeres de alto riesgo podría reportar un beneficio en términos de supervivencia, no sería ético permitir que a un grupo no se le practique la prueba.

A pesar de su mayor sensibilidad en muchos casos, la resonancia magnética no es sinónimo de prevención del cáncer. Constituye una herramienta que, sumada a otras, permite detectar antes la enfermedad y, así, iniciar cuanto antes el tratamiento.

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