jueves, 25 de agosto de 2011

El dengue se enfrenta a su peor enemigo

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud un tercio de la población global está constantemente en riesgo de contraer dengue.

Científicos en Australia dicen haber descubierto un método efectivo y barato para prevenir la transmisión del dengue.

Los investigadores infectaron a los mosquitos que esparcen la enfermedad con una bacteria que bloquea la transmisión del virus del dengue.

Cuando los mosquitos resistentes fueron liberados en su medio natural se reprodujeron con éxito con la población que no tenía la bacteria y en pocos meses la habilidad de éstos de transmitir el dengue también se detuvo por completo.
Los científicos, que publicaron los resultados de su experimento en la revista Nature, esperan que su hallazgo pueda convertirse en una forma viable para controlar una enfermedad que afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud un tercio de la población global está constantemente en riesgo de contraer dengue.

Virus en aumento
La incidencia y severidad de este virus -a veces mortal cuando se trata de su versión hemorrágica- se está incrementando en muchas partes del planeta.
Los pesticidas que matan al mosquito han sido el método más efectivo para controlarlo hasta la fecha, pero la resistencia de los insectos a este enemigo químico ha aumentado también con los años.

Ahora, este equipo de científicos australianos asevera que una simple bacteria llamada wolbachia -que sólo ataca a los insectos- podría detener el dengue.
Tras una serie de experimentos de laboratorio que comprobaron que la wolbachia podría restringir la habilidad del mosquito de transmitir el dengue, los científicos liberaron a cientos de miles de mosquitos en su medio natural en la región de Queensland, localizada en el noreste de Australia.
En pocos meses una ola de infección bacteriana ya se había esparcido a casi toda la población de mosquitos salvajes, haciéndolos incapaces de transmitir el dengue.

El profesor Scott O'Neill de la Universidad Monash, uno de los miembros del grupo investigador, dijo que pese al hallazgo aún hay que ser cautos a la hora de ver la efectividad de esta bacteria, ya que hace falta ver cómo reaccionan otras poblaciones de mosquitos en otras partes del mundo.
Los científicos aseguran que un elemento importante en su éxito fue convencer a la población local que la liberación de los mosquitos infectados en su medio ambiente era una buena idea.

Ahora se preparan para llevar a cabo más experimentos en países como Tailandia, Vietnam, Brasil e Indonesia.

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