Las mujeres deprimidas podrían estar en mayor riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), sugiere una investigación reciente.
"Sabemos que un ACV puede aumentar el riesgo de depresión, pero la depresión misma podría aumentar el riesgo de un ACV futuro", aseguró el autor del estudio An Pan, científico investigador de la Facultad de salud pública de la Harvard en Boston.
"La depresión se asocia con cambios hormonales en el cuerpo, y afecta las sustancias químicas del cerebro. Sabemos que la depresión podría ser un marcador de enfermedad vascular", explicó. "La depresión también se asocia con la obesidad, la diabetes y la hipertensión, y las personas deprimidas son más propensas a fumar y no hacer actividad física, ni a tomarse sus fármacos con regularidad".
Las mujeres con antecedentes de depresión tenían 29 por ciento más probabilidades de sufrir un ACV en los seis años de seguimiento, y este hallazgo se sostuvo incluso cuando los investigadores controlaron otros factores que se sabe aumentan ese riesgo. Además, las mujeres que tomaban antidepresivos tenían 39 por ciento más riesgo de ACV.
El estudio aparece en la edición en línea del 11 de agosto de la revista Stroke.
Pan señaló que aún no se ha determinado cómo los antidepresivos podrían aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular. "No sabemos si los medicamentos aumentan el riesgo de ACV, o si el medicamento es un marcador de la gravedad de la depresión".
Las mujeres deprimidas eran más propensas a ser solteras, a fumar y a ser menos físicamente activas que sus contrapartes no deprimidas, mostró el estudio. También eran ligeramente más jóvenes, tenían un índice de masa corporal más alto y más afecciones coexistentes, como hipertensión, enfermedad cardiaca y diabetes.
Pan y colegas dieron seguimiento a 80,574 mujeres de 54 a 79 años de edad que participaron en el Estudio de salud de las enfermeras de 2000 a 2006 y que no tenían antecedentes de ACV. La depresión se evaluó mediante una herramienta estandarizada que medía los síntomas, las recetas de antidepresivos y/o un diagnóstico de depresión de un médico. En general, el 22 por ciento de las mujeres estaban deprimidas o tenían antecedentes de depresión cuando comenzó el estudio, y 1,033 sufrieron ACV en los seis años de seguimiento. Específicamente, 538 mujeres tuvieron un ACV isquémico (el tipo más común de ACV, que es causado por un bloqueo, por ejemplo un coágulo sanguíneo), y 124 mujeres tuvieron un ACV hemorrágico (que ocurre cuando un vaso sanguíneo estalla en el cerebro).
"Si tiene depresión, vea a un médico y obtenga un diagnóstico", aconsejó. "Tratar su depresión es muy importante para reducir su riesgo futuro de enfermedad cardiovascular, y si sufre de depresión, es probable que deba cambiar otros factores del estilo de vida".
El Dr. Alan Manevitz, psiquiatra del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, concurrió. "La depresión se asocia con malas conductas de salud, que incluyen una mala dieta, falta de cumplimiento con los medicamentos y falta de ejercicio. Todo eso puede aumentar el riesgo de ACV".
La depresión también puede causar cambios biológicos que podrían aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular. Además, podría ser una señal de advertencia del ACV, aseguró. Muchos de los mismos cambios que ayudan a tratar la depresión también reducen el riesgo de ACV, como comer una dieta sana, hacer actividad física con regularidad, dormir bien y no fumar, apuntó.
La Dra. Cathy Sila, directora del Centro de ACV y Cerebrovascular del Centro Médico Case de los Hospitales Universitarios de Cleveland, afirmó que los hallazgos son "provocadores". El estudio solo observó mujeres, pero es probable que los hallazgos también apliquen a los hombres, añadió.
Sila dijo que se necesita más investigación para comprender mejor la relación entre ACV y depresión. "Hay diferencias importantes entre las mujeres deprimidas y las que no lo están", aseguró. "Las mujeres deprimidas son más propensas a tener diabetes, hipertensión y colesterol alto, a tener sobrepeso y ser sedentarias, y se sabe que todo eso aumenta el riesgo de ACV".
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir el riesgo de ACV, pero hacer esos cambios es difícil cuando se está deprimido, reconoció. "Debemos comprender cómo la depresión evita que la gente haga los cambios necesarios", comentó. "Este estudio plantea muchas preguntas".
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