sábado, 20 de agosto de 2011

Escáneres muestran que la depresión de la madre afecta la estructura cerebral de los niños

Los hijos de madres con depresión tienen una amígdala (la parte del cerebro asociada con las respuestas emocionales) de mayor tamaño, hallaron investigadores canadienses.

El equipo utilizó escáneres de IRM para examinar los cerebros de niños de diez años de madres que habían tenido síntomas de depresión durante todas sus vidas.

Los resultados sugieren que los cerebros de los niños son sensibles a la calidad de la atención que reciben, dijeron los investigadores de la Universidad de Montreal.

Los autores del estudio señalaron que estudios anteriores hallaron cambios similares en los cerebros de niños que habían sido adoptados por familias tras ser inicialmente criados en orfanatos.

La amígdala asigna significación emocional a la información y eventos, y tiene que ver con la forma en que respondemos a los riesgos potenciales, según la información de respaldo provista en un comunicado de prensa de la universidad.

"No sabemos si el agrandamiento que observamos es el resultado de una exposición a largo plazo a una atención de menor calidad. Pero mostramos que crecer con una madre deprimida se asocia con una amígdala agranda", señalaron en el comunicado de prensa la Dra. Sonia Lupien y colegas.

Los hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 15 de agosto de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, sugieren firmemente "que el cerebro podría ser muy sensible al ambiente durante el desarrollo temprano, y confirman la importancia de una intervención temprana para ayudar a los niños a enfrentarse a la adversidad", apuntó Lupien.

"Iniciativas como las visitas a domicilio de enfermeras en el periodo prenatal y la infancia, y ambientes mejorados en las guarderías, podrían mitigar los efectos de la atención de los padres sobre el cerebro en desarrollo", añadió.

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