lunes, 11 de julio de 2011

Aprender a meditar

La meditación es un método tan milenario como la cultura oriental, practicado por millones de personas en la antigüedad y actualmente por muchos más en el mundo occidental. Mediante numerosos estudios científicos se han podido descubrir muchos beneficios de la meditación con respecto al cerebro, a la respuesta cardíaca, al pulso y la transmisión de energía, etc.

Al hablar de la meditación también tenemos que hablar de los llamados centros de energía o "chakras". Los chakras son centros de regulación de energía que absorben la energía sutil y la distribuyen a las glándulas principales, los centros nerviosos y los órganos corporales.

Con la práctica de la meditación podemos lograr que éstos centros trabajen con mayor eficiencia y sobre todo lograr que desbloqueen cuando los mismos se encuentran cerrado por distintas razones (tensión emocional, problemas de comunicación, etc.)

En la sociedad actual es muy común encontrar personas con acumulación de energía en ciertas zonas del cuerpo (cuello, hombros, espalda) y también con problemas de comunicación debido a la educación que han recibido. Estos problemas generan desequilibrio celular que a largo plazo degenera en zonas atrofiadas que pueden desencadenar enfermedades. Recordemos que primero enferma el cuerpo energético y luego el cuerpo físico, estando ambos relacionados entre sí.
En estudios recientes se ha podido comprobar que la meditación practicada por personas asmáticas ha provocado efectos positivos en su enfermedad.

Los ejercicios de meditación deberemos realizarlos a ser posible siempre en la misma habitación de la casa.
También la orientación debe ser siempre la misma; mirando hacia el Norte o hacia el Este.
La estancia debe permanecer, durante el tiempo de meditación, con la puerta de entrada cerrada y en penumbra.
Sentados cómodamente en una silla con las piernas ligeramente separadas, el cuerpo erguido, dejando que las manos descansen sobre las rodillas.
También podemos realizar el ejercicio de meditación sentados en posición de loto.
Durante el ejercicio podemos quemar incienso que preferentemente debería ser de sándalo.
También podemos encender una vela blanca que se situará delante de nosotros.
Si es posible, poner delante de nosotros una bola o una punta de cuarzo blanco (cristal de roca).

Durante todo el ejercicio de meditación deberemos mantener una respiración lenta y profunda, permanecer relajados y alejados de todo acontecimiento externo y en total soledad.
Es conveniente que los primeros días de meditación no se excedan los 5 minutos y que al cabo de unos días se vaya aumentando el tiempo poco a poco hasta llegar a los 15 o 20 minutos.
Con la meditación diaria llegaremos, entre innumerables otras cosas, a poder controlar nuestros propios pensamientos, adquirir una gran fuerza de voluntad, poder intelectual, serenidad, equilibrio físico, mental y espiritual.
La práctica diaria de la meditación nos dará tranquilidad, fuerza de ánimo, paz, reforzará nuestro sistema nervioso y consecuentemente hará que mejore nuestra salud.

Una de de las formas de meditación que podemos realizar sería la de permanecer centrados sobre algo que nos propongamos, como por ejemplo sobre un bello paisaje, permitiendo que en nuestra mente afluyan todo los datos o asociaciones acerca de ese paisaje.
Durante la meditación en este ejemplo, trataríamos de contemplar con nuestra mente todos los detalles de la visualización: los árboles, los campos, los diferentes tonos de verde, las aves que sobrevuelan el paisaje, el río que atraviesa el valle, las montañas, el color dorado del trigo, el cielo azul, etc.

También podríamos después de la vista de cada uno de los componentes del paisaje, acercarnos a uno de ellos, como por ejemplo una montaña y ver el color de la tierra, los matorrales, las hojas de los matorrales, las flores que hay en sus ramas, sus más mínimos detalles e incluso tratar de olerlas, etc.
Al realizar este tipo de meditación veremos la cantidad de ideas que tenemos dispersas en nuestra mente a raíz de haberlas visto en diferentes momentos de nuestra vida y que en ese momento las reunimos en una sola experiencia.
Este ejercicio que habremos realizado durante un tiempo nos ayudará a que nuestra mente funcione con profundización.

Meditación Trascendental
Ésta técnica consiste en la relajación mental sin necesidad de concentrarse en nada, es decir dejar la mente en blanco completamente. Se utiliza un mantra o palabra clave que provoca una vibración en su pronunciación mental. Este mantra debe repetirse mentalmente varias veces hasta conseguir disipar los pensamientos que nos llegan sin parar.
En el momento en que nos invaden pensamientos de cualquier índole, volvemos a utilizar el mantra. Es muy recomendable que se prepare la habitación convenientemente, luz tenue, sin ruidos, colocar incienso y según la persona la música de relajación le puede ayudar mucho, aunque no es indispensable.

Debido a que el mantra es una palabra que nos entrega una persona muy preparada y con mucha experiencia en la meditación, es decir nos inicia en la meditación trascendental, en nuestras clases podemos utilizar un mantra muy poderoso, "OM". Aunque es cierto que debido a la ignorancia de éstos temas los alumnos suelen encontrar muy gracioso éste ejercicio y no paran de reirse, lo cual hace imposible continuar con el ejercicio.
Por ello es posible también meditar sin necesidad del mantra y conseguir los mismos resultados.

... a través de la música
Consiste en una relajación mental a través de la música, principalmente de relajación, es decir de la llamada música de la nueva era o "new age", aunque también se puede utilizar música clásica de Shubert, Mozart o Beethoven.
En ésta técnica dejamos la mente libre e interiorizamos la música como si formáramos parte de ella dejándonos llevar por su armonía. Es muy importante que la respiración sea fluida, sin forzar y sin pensar en la misma.

A los pocos minutos podemos sentir la vibración de los sonidos y jugar con ellos, es decir, darles mayor o menor intensidad en nuestra mente y nuestro cuerpo energético.
A veces es muy difícil explicar con palabras, por eso yo os invito a que lo practiqueis para experimentar las sensaciones que pueden ser muy diferentes en cada persona.

... a través de la visualización
1- Concentración sobre figuras geométricas:
Consiste en representar en la mente cualquier figura geométrica, cuadrado, círculo, polígono. Representarla con tanta fidelidad como se pueda, con lujo de detalles. Luego cada uno le coloca un color, una rugosidad, una luminosidad, le puede cambiar el tamaño, el volumen, si es tridimensional o totalmente llana, etc.
2- Concentración sobre colores:
Seleccionar un color y representarlo en la mente con el mayor detalle posible. Es muy interesante trabajar con los colores blancos, dorados, (suelen ser los colores que aportan mayor paz y relajación). Un ejercicio muy útil es el imaginar que el color inunda todo nuestro ser como si formara parte de nosotros mismos.
3- Concentración sobre paisajes:
Imaginar un paisaje con todos los detalles, cielo, horizonte, tierra, árboles, flores, montañas, y recorrerlo en cada detalle, incluso viéndonos a nosostros mismo en él.
4- Visualización sobre un punto luminoso:
Se realiza encendiéndo una vela o un incienso en una habitación a oscuras totalmente. Nos situamos a un metro aproximadamente y la observamos sin forzar la vista y parpadeando le menos posible pero de forma natural. Se debe alejar cualquier pensamiento, cualquier filtro mental. Sólo la mente fija sin perturbaciones.
5- Proyección mental:
El ejercicio se realiza con algún objeto que nos sirva de medio, como por ejemplo un árbol, una flor, una montaña, etc. En primer lugar se trata de imaginar el objeto en nuestra mente y recorrerlo con el mayor detalle.
El segundo paso es fundirse con el objeto como si formara parte de uno o como si el objeto y uno formaran una sola unidad. El tercer paso es observarse a uno mismo desde ese objeto con el que se forma parte y el cuarto y último paso repetir la primera parte observando el objeto delante de uno en nuestra mente. Es muy interesante repetir todos los pasos poco a poco hasta conseguir la habilidad de pasar de fase en fase sin problemas.

Librarte de los pensamientos negativos
El pensamiento negativo es una forma materializada del espíritu.

Cuando estamos pensando no hacemos más que enviar vibraciones hacia todas las direcciones y estamos supeditados a sus consecuencias según sean los pensamientos positivos o negativos.
Estas vibraciones que emitimos al pensar dependen pues de nuestro propio pensamiento y generan en nosotros mismos estados como la alegría, la tristeza, el miedo, la generosidad, la felicidad, la tacañería, el odio, la ternura, el amor, la bondad, la confianza, la esperanza, la culpabilidad, etc.

Tan solo podremos contribuir a modificar los pensamientos negativos mediante el ejercicio de nuestra voluntad poniendo en marcha todos los recursos de los que somos poseedores cada uno de nosotros como lo es principalmente nuestra propia energía.
Debemos ser conscientes de que atraemos para nosotros todo aquello en lo que pensamos: el amor atrae al amor; el odio atrae al odio; y así sucede con todos los demás pensamientos: generosidad, culpabilidad, etc., puesto que los pensamientos de igual naturaleza se atraen, especialmente el del miedo que es el mas temido por todos puesto que nos mengua la energía, debilita nuestro carácter y nos elimina la iniciativa.

Cada uno de nuestros pensamientos negativos nos van destruyendo poco a poco; perdemos energía cuando nuestros pensamientos son de miedo; el odio nos hace inhumanos; etc., y así vamos menguando nuestras fuerzas y de alguna forma nos estamos autodestruyendo, psíquicamente e incluso físicamente, puesto que al alterar nuestro sistema nervioso nos creamos enfermedad y dolor.
De la misma forma que los pensamientos negativos pueden destruirnos, los pensamientos positivos nos ayudan a hacernos fuertes y a engrandecernos y consecuentemente gozar de una buena salud, armonía, paz, bienestar y felicidad.

En nuestras vidas el éxito y el magnetismo solo lograremos alcanzarlo mediante el esfuerzo, la
voluntad y una postura positiva ante todas las cosas de la vida, aprendiendo tan solo a sacar lo positivo de nuestras experiencias del pasado, del presente y viendo el futuro de forma optimista.
En definitiva la voluntad debe estar muy por encima de la negación y permitir que la fe gane al escepticismo.
Los grandes resortes de nuestro futuro y de nuestro éxito está únicamente y exclusivamente en nuestro esfuerzo, nuestra confianza, nuestra fe, nuestro trabajo interior, nuestra voluntad, nuestra energía.
No podemos esperar conseguir el éxito en nuestras vidas permaneciendo inmóviles, pasivos, esperando que se nos regalen las cosas o que los demás nos solucionen nuestros problemas. Debemos mantenernos fuertes y luchar por alcanzar las metas u objetivos que nos tracemos haciendo uso de nuestra voluntad y nuestro valor estando siempre dispuestos a vencer.

A través de la meditación deberemos descubrir de donde nace nuestro mal, ese mal que nos hace pensar de forma negativa, puesto que es la única forma de sanar nuestro pensamiento y consecuentemente nuestra acción.
Para desprendernos de nuestros pensamientos negativos podemos recurrir a nuestra fuerza de voluntad luchando contra ellos; tratando de darnos cuenta en cada momento de que si estamos pensando de forma negativa debemos inmediatamente desterrar de nuestra mente ese pensamiento y cambiarlo por uno positivo.
Por ejemplo:
"me han despedido del trabajo pero estoy convencido de que voy a encontrar uno mejor"; "tengo miedo pero soy capaz por mi mismo de hacerlo desaparecer de mi mente"; etc.

También la autosugestión sería un buen método para cambiar nuestros pensamientos negativos por positivos repitiendo afirmaciones que compensen esa negatividad.
Mediante la autosugestión estamos utilizando un gran poder para introducir ideas positivas para que estas nos ayuden desde nuestro inconsciente y así de esta forma estamos ayudando a combatir preferentemente los estados de ansiedad, depresión, estrés, baja autoestima, etc.
Se trata pues que cada día del año memoricemos y repitamos mentalmente, cuantas más veces mejor, una afirmación y de esta forma acabaremos por introducir deliberadamente la idea o mensaje repetido en el inconsciente y así convertiremos en positivos todos nuestros condicionamientos negativos.
Por ejemplo:
si reaccionamos de forma cobarde ante las situaciones de la vida e introducimos el mensaje en el inconsciente a base de repetirnos a nosotros mismos:
¿Yo soy el valor y la fuerza! acabaremos por reaccionar de forma valiente, es decir positivamente, ante cualquier situación que antes nos parecía de peligro y que posiblemente, en la actualidad, después de reforzar nuestro inconsciente, ni siquiera nos parezca ya una situación peligrosa.

Otra importante forma de poner en positivo nuestros pensamientos sería el de las reflexiones, es decir, sometiendo a consideración detenidamente y sacando nuestras propias conclusiones sobre nuestros propios pensamientos y nuestras acciones con el fin de obrar en consecuencia de la forma más beneficiosa en nuestro favor y en favor de todos los seres que nos rodean.
También sería ventajoso para eliminar nuestra negatividad ponernos en un estado de ánimo muy pasivo y, en esta postura, recurrir a todos nuestros recursos de imaginación. La función que creamos entonces no tarda en cambiarse en realidad y de esta forma conseguimos aquello que deseamos; por ejemplo repetirnos constantemente:

¡No tengo temor, me he librado del miedo!
¡No temo a nada ni a nadie porque soy suficientemente fuerte y puedo enfrentarme a cualquier situación!

Deberemos tener muy presente que la negatividad puede hacer de nuestras vidas un verdadera pesadilla.
Es recomendable para hacer todo este tipo de ejercicios, comenzar con una relajación y practicarlos especialmente por la noche, preferentemente antes de acostarse para dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario