domingo, 24 de julio de 2011

Identifican un punto débil del parásito de la enfermedad del sueño

Imagen del parásito Trypanosoma brucei, causante de la tripanosomiasis africana o enfermedad del sueño en humanos y animales en África. En la foto se visualiza al parásito coexistiendo con glóbulos rojos.  

Un equipo internacional de investigadores, encabezado por un científico argentino, descubrió un blanco terapéutico del parásito Trypanosoma brucei que causa la enfermedad del sueño en humanos y animales en África. Los resultados del trabajo – publicados en la revista científica PLoS One– constituyen un aporte para el desarrollo de drogas más eficaces y no tóxicas para tratar esa enfermedad que padecen millones de personas.

Una investigación internacional, dirigida por un científico argentino, identificó un blanco terapéutico del parásito Trypanosoma brucei, causante de la tripanosomiasis africana o enfermedad del sueño en humanos y animales en África. De acuerdo con los investigadores, el hallazgo de ese “talón de Aquiles” abre el camino para el diseño de drogas más efectivas para tratar esa enfermedad que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud constituye un grave riesgo sanitario para más de 50 millones de habitantes del Africa subsahariana. Los resultados del trabajo fueron publicados en la revista científica PLoS One.

Trypanosoma brucei, en sus subespecies Trypanosoma b. rhodesiense y Trypanosoma b. gambiense, infecta al hombre produciendo la llamada enfermedad del sueño –mortal, si no recibe tratamiento– y su vector es la mosca TseTse.

“El control del vector sigue siendo clave en las regiones endémicas (como el Centro de África subsahariana, sabanas y regiones húmedas) principalmente por dos razones; estas son, reducir la infección en humanos – dado que los tratamientos actuales no son muy efectivos– y para evitar las pérdidas económicas, asociadas con casos de desnutrición. provocadas por la infección de ganado vacuno”, explicó a la Agencia CyTA el autor principal del estudio, Antonio Uttaro, investigador independiente del CONICET en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), y profesor adjunto de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Parásito resistente
Si bien una de las prioridades en la lucha contra la enfermedad del sueño recae en el control de los insectos transmisores del parásito, otro de los frentes de batalla se libra en el campo de la medicina. “Han comenzado a aparecer casos de resistencia a las pocas drogas que se utilizan para tratar esta enfermedad, que en muchas ocasiones producen reacciones adversas en el organismo. Los medicamentos actuales en uso no son 100 por ciento efectivos y en algunos casos son tóxicos para el paciente. Por estas razones se estudia la posibilidad de sintetizar nuevos fármacos”, indicó Uttaro.

En ese contexto, Uttaro y sus colegas identificaron un blanco terapéutico del Trypanosoma brucei que podría dar paso a un tratamiento novedoso, eficaz e inocuo para la salud humana. “Identificamos una enzima esencial para el parásito, la oleato desaturasa, cuya acción origina el ácido linoleico omega 6. Este elemento es vital para la vida de Trypanosoma brucei“, afirmó Uttaro.

El diseño de una droga para inhibir esta enzima tendría dos ventajas. “En primer lugar eliminaría al parásito, aunque se vería privado de un nutriente vital; en segundo lugar, no intoxicaría al ser humano dado que esa enzima no está presente en las células de su organismo”, señaló el investigador del CONICET.

Para demostrar el papel clave de la enzima oleato desaturasa en la supervivencia del parásito de la enfermedad del sueño, diseñaron una molécula que inhibió la función de esa enzima. “Su inhibición provocó un marcado descenso en el contenido de ácido linoleico del parásito, imposibilitando su reproducción, ya que no podía llevar adelante sus diversas funciones vitales. Este estudio fue una demostración química del papel clave de la enzima”, indicó el autor principal del estudio.

Otro estudio genético confirmó su importancia para la vida del Trypanosoma brucei. “Mediante técnicas genéticas inhibimos la actividad de los genes que regulan la producción de esa enzima. Lo que pudimos observar es que en estos casos los parásitos morían en forma similar a la observada anteriormente”, explicó el doctor Uttaro cuyo laboratorio realiza investigación básica sobre aspectos celulares y moleculares de la fisiología de los parásitos Trypanosoma brucei y Trypanosoma cruzi (parásito de la enfermedad de Chagas) con el objetivo de conseguir resultados que sean útiles para la sociedad.

“Este tipo de avances científicos se sostienen a partir de motivaciones personales, que tienen que ver con tratar de devolver a la sociedad algo de lo que recibimos a lo largo de toda la vida, primero la formación académica en universidades públicas y luego la subvención de nuestros trabajos”, concluyó Uttaro.

En la investigación también participaron científicos de la Universidad Católica de Lovaina, en Bruselas, Bélgica.

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