Hay que reconocer que el brote de enfermedades infecciosas, las epidemias, las crisis de salud producidas por desastres naturales o por contaminación de alimentos son parte de la vida diaria. Vivimos, después de todo, en un mundo globalizado en el que las bacterias y los virus se propagan fácilmente no ya de una persona a otra, ¡hasta saltan de un continente a otro! Pero con más rapidez que los virus se propagan el pánico y la desinformación. Ante cualquier tipo de crisis, tu mejor arma es obtener la información adecuada para protegerte a ti y a tu familia.
Epidemias de gripe, muertes por e-coli, carne de pavo contaminada, peligro de contaminación del agua por inundaciones y otros desastres naturales, todo eso nos ha afectado en los últimos meses. Aunque el riesgo y el peligro son reales – y no les estamos restando importancia – hay algo todavía más peligroso. Como muestra la película “Contagion” (Contagio) que tuve la oportunidad de ver recientemente, la desinformación puede aumentar el pánico en la población y causar más daños innecesarios en medio de una crisis. Para que puedas tomar el control de una situación similar, voy a darte algunas recomendaciones.
Busca la información correcta
Vivimos en la era de las comunicaciones y de la información. Aprovéchalas en tu beneficio y no dejes que te abrumen. En épocas de crisis como las que citábamos anteriormente, seguramente te lloverán llamadas, mensajes por correo electrónico, mensajes de texto, por twitter, facebook o cualquier otra red social, avisándote de esto o aquello, noticias alarmistas y hasta algún que otro malintencionado anuncio intentando venderte algún producto aprovechándose de la situación. Bueno, dirás, ¿qué debo hacer entonces?
• Lo primero: mantener la calma. La angustia y el miedo son malos consejeros. Aunque resulte difícil hacerlo no te dejes arrastrar por el pánico. Tu bienestar y el de tu familia dependen de una actitud inteligente y calmada.
• Evalúa la fuente que te ha dado el mensaje de alarma: incluso personas bien intencionadas pueden darte información incorrecta, sembrando el miedo y el desenfreno. Tus fuentes ideales de información son los medios de información responsables: periódicos, canales de televisión, estaciones radiales que emitan los avisos oficiales a la población proveniente de las autoridades a cargo de la salud y la seguridad públicas.
• Desconfía de ofertas “irresistibles”: en momentos de crisis, surgirán todo tipo de charlatanes que tratarán de aprovecharse de la angustia y la desesperación de la gente. No adquieras ningún producto por impulso, mucho menos si viene acompañado de promesas “milagrosas”.
• ¿Quieres buscar información adicional por tu cuenta? Seguramente querrás hacer uso del Internet, un fantástico instrumento para obtener información, siempre que sea de una fuente fidedigna y confiable. No des credibilidad a un texto solamente porque haya sido publicado. En casos de crisis, busca información en páginas web gubernamentales o de organismos especializados (por ejemplo: www.cdc.gov/ que tiene un enlace para darte información en español o el sitio www.ready.gov/america/beinformed) O el equivalente en tu país.
• Sigue las instrucciones de preparación que te den esas fuentes oficiales. En casos de desastres naturales, como los huracanes, infórmate de antemano de los lugares designados como albergue y refugio para la población, y mantén una reserva de alimentos y de agua suficiente para 3 o 4 días como mínimo, así como las medicinas que puedas necesitar tú u otro miembro de tu familia.
En la película “Contagion”, de la que te hablé al principio, que es una aventura, un virus parecido a una influenza (que mucha gente conoce como gripe) de una cepa (un tipo) desconocida que resulta mortal en unos cuantos días después de contraerlo, se propaga velozmente ocasionando una pandemia (una infección con el potencial de afectar a la población en todo el mundo). Seguramente te interesará saber qué hacer en caso de una situación similar. Muchos de los consejos se aplican para otras situaciones de crisis, como desastres naturales, falta de corriente eléctrica y otras emergencias. Revísalos y ponlos en práctica:
• Mantén provisiones de agua embotellada y alimentos que se conserven por largo tiempo (alimentos enlatados, productos secos como cereales y galletas, leche en polvo, etc.). En épocas de crisis y pandemias, pueden escasear los alimentos o incluso estar contaminados. Necesitas tener provisiones para unas dos semanas.
• Ordena tus medicinas por receta con tiempo. Necesitarás también suficiente cantidad como para dos semanas hasta que se restablezca la normalidad.
• Conviene que tengas a la mano un botiquín de primeros auxilios, así como de medicamentos de venta libre que puedas necesitar: analgésicos, medicinas para la diarrea, antihistamínicos, medicamentos para la tos y el catarro, etc.
• Prepara un plan de contingencia con ayuda de los miembros de la familia, asignando responsabilidades y cómo se pondrán en contacto unos con otros en medio de una crisis.
Para prevenir la infección y el contagio de gérmenes, haz lo siguiente:
• Evita el contacto con personas enfermas, a no ser que sea absolutamente necesario (que estés tú cuidando a miembros de tu familia o formes parte de un equipo de voluntarios de la comunidad).
• Si te enfermas tú, mantente alejado(a) de las demás personas. Siempre que sea posible, quédate en casa si estás enfermo(a) para evitar el contagio de terceras personas en la escuela, el trabajo o en otros sitios a los que vayas.
• Si toses o estornudas, cubre la nariz y la boca con un pañuelo desechable.
• Lávate las manos frecuentemente con agua tibia y jabón, especialmente después de toser o estornudar, si estás en contacto con alguien que está enfermo y antes de comer.
• Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca.
• Dentro de lo posible, trata de alimentarte bien, bebe suficiente líquido y descansa. Un organismo sano es una buena defensa ante los gérmenes.
Te recuerdo que disponer de la información adecuada y confiable es el primer paso para hacerle frente a cualquier emergencia. Mantén la calma, sortea la información que recibes y busca tus datos de fuentes oficiales. Eso te permitirá proteger tu vida y tu salud y la de tus seres queridos.
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