Las personas con diabetes tienen un riesgo significativamente más elevado de desarrollar todos los tipos de demencia, incluso enfermedad de Alzheimer, halla un estudio reciente que fortalece investigaciones previas que conectaban a ambas afecciones.
El estudio de más de mil personas en Japón halló que 27 por ciento de los que tenían diabetes desarrollaron demencia, frente a 20 por ciento de las personas con niveles normales de glucemia.
Además, el estudio halló que la prediabetes (niveles de glucemia más altos de lo normal) también aumentaba el riesgo de demencia.
"Hemos demostrado claramente que la diabetes es un factor de riesgo significativo para el desarrollo de la demencia, sobre todo de la enfermedad de Alzheimer, en el público general", señaló el Dr. Yutaka Kiyohara, profesor de la facultad de postgrados en ciencias médicas de la Universidad de Kyushu en Fukuoka.
El estudio, que se llevó a cabo de 1988 a 2003, aparece en la edición del 20 de septiembre de la revista Neurology.
Kiyohara señaló al aumento global en la diabetes tipo 2, y enfatizó que controlar la enfermedad es más importante que nunca.
El estudio siguió a 1,017 hombres y mujeres a partir de los 60 años, que tomaron una prueba de glucosa para averiguar si tenían diabetes o prediabetes. Recibieron un seguimiento promedio de once años. En total, 232 desarrollaron demencia, ya fuera Alzheimer, demencia vascular, demencia por todas las causas u otra forma.
De los 150 que tenían diabetes, 41 desarrollaron demencia, frente a 115 de las 559 personas que no tenían diabetes. Entre las 308 personas con prediabetes, 76 (25 por ciento) desarrollaron demencia.
Incluso tener niveles de azúcar elevados dos horas tras tomar glucosa se relacionó con la demencia, apuntaron los investigadores, y anotaron la importancia de un control constante de la glucemia.
La diabetes afecta a cerca de 26 millones de niños y adultos en EE. UU. Siete millones de ellos no tienen un diagnóstico, según la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association). Unos 79 millones más tienen prediabetes. La obesidad aumenta el riesgo de diabetes, y a medida que los estadounidenses aumentan de peso, más de ellos desarrollan diabetes.
En la diabetes tipo 2, la forma más común del trastorno, las personas no tienen suficiente hormona insulina para convertir la glucosa de los alimentos en energía, o no procesan la insulina de forma adecuada.
El control de la diabetes exige una dieta cuidadosa, ejercicio, y en algunos casos insulina u otros fármacos. Si no se gestiona de forma adecuada, la enfermedad puede causar ceguera, enfermedad renal y cardiaca, e incluso la muerte.
Aunque investigaciones previas han mostrado una relación entre la diabetes y la demencia, el estudio japonés es importante debido a su tamaño y duración, apuntó otra experta.
"Se trata de un estudio grande con un periodo largo que muestra una posible conexión entre la diabetes y la demencia", apuntó Heather Snyder, directora asociada principal de relaciones científicas médicas de la Alzheimer's Association, en Chicago. "Sabemos que la diabetes aumenta el riesgo de demencia, pero en realidad no sabemos por qué".
Snyder dijo que la Alzheimer's Association financia el próximo paso en una investigación recién reportada que mostró un éxito al tratar la demencia temprana con insulina.
"Los últimos dos años han sido una época muy emocionante en la investigación del Alzheimer", afirmó. El Alzheimer, un trastorno cerebral relacionado con la edad, interfiere gradualmente con el pensamiento y el funcionamiento.
Otro experto anotó que la diabetes podría estar relacionada con la demencia debido a que contribuye a la enfermedad vascular, trastornando el flujo de oxígeno al cerebro y otros órganos.
"La diabetes es un factor de riesgo importante de la enfermedad vascular", apuntó el Dr. Spyros Mezitis, endocrinólogo clínico del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. "Si los vasos sanguíneos no permiten que suficiente oxígeno llegue al cerebro, se puede contraer demencia".
El estudio "cambiará la forma en que practicamos medicina" y podría llevar a una derivación más rápida de los diabéticos a neurólogos cuando muestren señales de pérdida de la memoria u otros problemas cognitivos, planteó.
La meta es que los pacientes eviten el avance de la enfermedad vascular y mantengan niveles adecuados de glucemia, anotó.
Se necesita más investigación en la escala del estudio cardiaco de Framingham, anotó Snyder, haciendo referencia a un estudio multigeneracional que se inició en 1948 en Framingham, Massachusetts, que ha contribuido enormes cantidades de datos sobre la enfermedad cardiovascular.
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