lunes, 5 de septiembre de 2011

Controlar el estrés y hacer cambios alimenticios mejoran los síntomas del síndrome de colon irritable

Cuando el cólico constante, el dolor del abdomen, la distensión abdominal, la flatulencia, la diarrea y el estreñimiento ocasionan molestias y viajes frecuentes al baño, el siguiente paso es visitar al médico. Estos síntomas que comúnmente se deben al síndrome de colon irritable, por lo general, pueden minimizarse con cambios en la alimentación y el estilo de vida.

La Mayo Clinic Health Letter presenta un esbozo sobre el síndrome de colon irritable y cómo se controla esta afección crónica.

Las paredes del intestino están revestidas por capas de músculos que se contraen y relajan a ritmo coordinado mientras transportan los alimentos por el tracto intestinal hacia el recto. En el síndrome de colon irritable, las contracciones podrían ser más fuertes y tener mayor duración de lo normal, ocasionando distensión abdominal y diarrea. En ocasiones, sucede lo opuesto; es decir, los alimentos pasan lentamente y el resultado son heces secas y duras.

La causa del síndrome de colon irritable no es clara y, por ello, el tratamiento normalmente se enfoca en evitar los desencadenantes y aliviar los síntomas. Cuando la afección presenta señales y síntomas leves, es posible lidiar con ellos eficazmente controlando el estrés; pues en muchas personas, éste empeora los síntomas. Por otro lado, también vale la pena hacer algunos cambios en la alimentación.

 El chocolate, la leche y el alcohol podrían ser motivo de estreñimiento o de diarrea y las bebidas carbonatadas o algunas frutas y verduras podrían llevar a sentir distensión y molestia abdominal.

Cuando los síntomas son moderados o graves, el médico podría recomendar suplementos de fibra o medicamentos antidiarréicos. Algunas personas que tienen diarrea podrían beneficiarse de los anticolinérgicos que alivian el dolor de los espasmos intestinales, pero el mismo medicamento podría empeorar los síntomas en quienes sufren de estreñimiento. Los antidepresivos, por su parte, podrían ser adecuados en dosis bajas porque inhiben la actividad de las neuronas que controlan los músculos intestinales.

Lo importante es que la persona busque atención médica cuando presenta síntomas intestinales crónicos. Dado que no existen señales físicas que diagnostiquen claramente el síndrome de colon irritable, por lo general, el diagnóstico se realiza por eliminación.
Los síntomas mencionados de cólicos, diarrea, estreñimiento y más problemas intestinales podrían también apuntar hacia otras afecciones más graves, tales como colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, ciertos tipos de enfermedad inflamatoria del intestino y/o cáncer de colon.

No hay comentarios:

Publicar un comentario