Un programa de rehabilitación cardiaca pareció reducir algunos de los factores de riesgo de un segundo accidente cerebrovascular (ACV) entre pacientes que habían sufrido ACV leves o los mini derrames conocidos como ataques isquémicos transitorios (AIT), hallaron investigadores.
"En general, tras la intervención de rehabilitación cardiaca, los pacientes de AIT y ACV leves mejoraron su perfil de riesgo significativamente", aseguró en un comunicado de prensa de la American Heart Association el investigador principal del estudio Neville Suskin, director médico del Programa de Rehabilitación Cardiaca y Prevención Secundaria del Centro de Ciencias de la Salud de Londres en Londres, Ontario.
Los investigadores observaron a 80 de 100 pacientes que habían sufrido un ACV o AIT en el año anterior y que completaron un programa de rehabilitación cardiaca ambulatoria de 7.5 meses de duración.
La capacidad pico de ejercicio de los pacientes mejoró en un promedio de un tercio, mientras que el colesterol "malo" LDL, los triglicéridos y el colesterol total se redujeron, halló el estudio. (Los cambios en el colesterol "bueno" HDL y en el colesterol "malo" LDL no se consideraron estadísticamente significativos, anotaron los autores).
Además, el tamaño de la cintura, el peso y el índice de masa corporal (una medida que toma en cuenta la estatura y el peso) se redujeron en promedio. Lo mismo sucedió con la presión arterial, pero en un monto que no fue estadísticamente significativo, según el informe.
"Aunque un AIT o un ACV leve podrían parecer poca cosa, en realidad son señales de advertencia vitales de un posible ACV o ataque cardiaco catastrófico", aseguró en el comunicado de prensa el autor líder del estudio Peter L. Prior, psicólogo clínico del Programa de Rehabilitación Cardiaca y Prevención Secundaria del Centro de Ciencias de la Salud de Londres.
"Nuestro estudio es novedoso porque muestra que la rehabilitación cardiaca con programas estructurados en ejercicio, nutrición, cesación del tabaquismo y servicios psicológicos es una forma factible y potencialmente eficaz para que los pacientes de AIT o de ACV leve reduzcan el riesgo de ACV o ataques cardiacos", dijo Prior.
Los investigadores llevan a cabo un estudio más riguroso para comparar a pacientes que participan en rehabilitación cardiaca y pacientes que no.
En un comentario sobre los hallazgos, el Dr. Michael Katsnelson, profesor asistente de neurología clínica de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, advirtió que el estudio tiene limitaciones. "Se necesita un ensayo aleatorio mucho más grande para medir cuidadosamente los ACV secundarios y los AIT y compararlos con un grupo de control con una gestión médica tradicional", dijo.
No está claro por qué algunas personas no terminaron el programa de rehabilitación cardiaca, anotó, y tampoco hay certeza de que reducir los factores de riesgo aminore el riesgo de un segundo accidente cerebrovascular. "Podría haber factores adicionales que contribuyan al ACV recurrente que aún no comprendamos ni abordemos adecuadamente", apuntó Katsnelson.
Dijo que, sin embargo, está claro que "hay buena evidencia de que reducir el colesterol, la presión arterial y el azúcar a los niveles recomendados, dejar de fumar, una dieta sana y el ejercicio regular" llevan a menos riesgo de ACV y enfermedad cardiovascular.
Los hallazgos del estudio aparecen en línea el 22 de septiembre como adelanto de la publicación en la edición impresa de noviembre de la revista Stroke.
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