martes, 29 de marzo de 2011

Cuales son las diferencias entre una cefalea tensional y una migraña.

La mayoría de las personas sufren dolor de cabeza en forma ocasional. Generalmente el dolor de cabeza se presenta de forma intermitente. Las formas más frecuentes corresponden a la migraña o jaqueca y a la cefalea de tensión.

- La migraña
La migraña o jaqueca es un trastorno constitucional con base hereditaria que se caracteriza por presentar episodios recurrentes de dolor de cabeza. Se localiza en una parte de la cabeza (hemicraneal) o en toda la cabeza, tiene carácter pulsátil con sensación de latido y se acompaña de náuseas y ocasionalmente vómitos, así como de un malestar exagerado por las luces (fotofobia) y por los ruidos (fonofobia). Habitualmente el dolor se desencadena en relación a diversos estímulos como estrés, menstruación, ciertos fármacos o alimentos, cambios climáticos o esfuerzo físico. Es un dolor que generalmente empeora con la actividad física y mejora con el reposo.

Afecta un solo lado de la cabeza, la dolencia es un latido que comienza como una molestia leve y aumenta progresivamente de intensidad. Se acompaña de náuseas y vómitos y también de una mayor sensibilidad a la luz y a los ruidos. Algunas personas tienen un aura (visualizan luces) antes de la aparición del malestar.

- Cefalea tensional
El dolor tensional es constante, de leve a moderado, que se percibe como una presión a ambos lados de la cabeza y en la nuca. Por lo general no se acompaña de otros síntomas como vómitos, y no empeora con el ejercicio.

Tanto las cefaleas crónicas como las recidivantes pueden provocar dolor y angustia, pero es infrecuente que reflejen un problema grave de salud. Sin embargo, cualquier cambio en el patrón o la naturaleza del dolor de cabeza podría ser el síntoma de un problema grave (por ejemplo, un dolor que era esporádico cambie a frecuente, o de leve a agudo), y por este motivo se debería solicitar la asistencia médica lo antes posible.

- Causas
Herencia: una gran mayoría de pacientes migrañosos tienen padres o hermanos con migraña. Aunque la forma de herencia no está totalmente establecida, en algunas formas especiales de migraña (migraña hemipléjica familiar) ya se ha identificado el gen que la transmite situado en el cromosoma 9.
Edad: existe migraña en la infancia; aunque es menos frecuente. A estas edades la migraña se presenta por igual en niños y niñas. A partir de la pubertad y debido a los cambios hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres.
Estrés: Es independiente del tipo de estrés y de los factores que lo desencadenan.
Alimentos: chocolate, cacao, vainilla, plátano, frutos secos, cítricos, aditivos de comidas basura, salchichas, quesos fermentados, picantes (alimentos que contengan sustancias con tiramina, glutamato monosódico).
Alcohol: independientemente del tipo, sin embargo, los vinos tintos que contienen taninos suelen desencadenar migraña con mayor frecuencia.
Cambios hormonales: la incidencia de la migraña se dispara en las mujeres tras la aparición de la menstruación . La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales. El embarazo suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran extraordinariamente cuando desaparece la menstruación.
Cambios climáticos: no existe un patrón climatológico para la migraña.
Falta o exceso de sueño.
Fármacos (vasodilatadores, nitritos, etc...).

La gran mayoría de las cefaleas son primarias, esto significa que no se relacionan con otro trastorno. Las secundarias, por el contrario, son desencadenadas por otra causa como por ejemplo hipertensión arterial, un traumatismo de cráneo o un tumor cerebral. A veces son expresión de un evento grave que amenaza la vida, por lo que los siguientes signos de alarma deben motivar una consulta médica inmediata.

- Signos de alarma
• Comienzo brusco y muy severo, “el peor dolor de cabeza de mi vida”
• Dolor muy intenso acompañado de fiebre y rigidez de nuca
• Presentación con convulsiones, cambios de carácter o confusión mental.
• Comienzo inmediato tras un ejercicio intenso o un traumatismo de cráneo menor.
• Dolor nuevo con debilidad muscular o trastornos de la visión.

Muchas veces las cefaleas son desencadenadas o disparadas por situaciones específicas como: por ejemplo el ayuno prolongado, el exceso de cafeína, determinadas comidas y bebidas como el vino tinto, ciertos quesos añejados o los embutidos.

- Tratamiento
Para aliviar el dolor existen una amplia gama de medicamentos. El tratamiento más adecuado dependerá de las características del dolor, su frecuencia e intensidad. En el caso de la migraña, es útil descansar unas horas en un ambiente oscuro y silencioso.

Algunos episodios se pueden prevenir evitando los eventos disparadores: durmiendo suficiente número de horas y haciendo ejercicio aeróbico regularmente.

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