Científicos mexicanos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) trabajan en el desarrollo de una terapia que emplea ondas electromagnéticas de baja frecuencia para combatir el cáncer hepático en etapas tempranas, informó hoy ese centro académico.
Los investigadores han logrado disminuir en un 50 % el número y tamaño de las lesiones preneoplásicas, que son parte inicial del desarrollo del cáncer, indicó en un comunicado Mónica Jiménez García, una estudiante de doctorado del Cinvestav.
Jiménez explicó que a diferencia de las radioterapias que matan tanto a las células malas como a las sanas, porque emplean energía muy alta, el uso de ondas electromagnéticas de baja frecuencia no perjudica a las células sanas, pero sí es capaz de modificar a las dañadas.
La académica, especialista en física médica, es asesorada por los investigadores Saúl Villa Treviño, del departamento de Biología Celular, y Juan José Godina Nava, del área de Física de ese mismo centro de altos estudios.
La finalidad de la investigación de Jiménez era determinar el efecto del campo electromagnético controlado aplicado en la etapa temprana del desarrollo del cáncer de hígado.
En el estudio se utilizaron hercios, frecuencias que se caracterizan por ser muy bajas, "no generan calor y tienen longitudes de onda muy amplias (del orden de kilómetros), que no afectan al organismo" y, por el contrario, según el estudio, "fueron benéficas", destaca la nota.
Para realizar el experimento, los científicos utilizaron ratas de laboratorio con cáncer hepático inducido químicamente, a las que se sometió a una exposición controlada de campo electromagnético mediante un equipo diseñado y construido por el también investigador del Cinvestav, el mexicano Miguel Ángel Rodríguez Segura.
Durante casi un mes, los animales fueron expuestos a diario a las ondas electromagnéticas por varios minutos, en un proceso en el que un computador recabó información sobre la amplitud del campo electromagnético, frecuencia, tipo de onda y tiempo de exposición.
Según Jiménez, en países como Alemania e Italia ya se aplican tratamientos similares "de manera experimental" en los individuos.
Sin embargo, indicó que todavía "hay mucho por experimentar", y que se debe saber si el tratamiento puede reducir el tamaño de un tumor, sobre todo porque los pacientes suelen acudir al médico cuando la enfermedad está ya muy avanzada.
A juicio de la investigadora mexicana, el método de las ondas electromagnéticas de baja frecuencia podría ser útil como tratamiento preventivo en personas con predisposición a padecer cáncer hepático.
El método de las ondas electromagnéticas de baja frecuencia podría ser útil como tratamiento preventivo en personas con predisposición a padecer cáncer hepático.
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