El ataque cerebral ha pasado de un tercer a un cuarto lugar como causa de muerte en EE.UU, pero lo que no ha cambiado es que ocurre con mayor frecuencia entre la población latina y tan temprano como a los 35 años.
Según estadísticas oficiales, 80 años es la edad promedio en la que un blanco no latino podría sufrir de un ataque cerebral frente a 67 años de los hispanos.
Cada año, 795.000 estadounidenses sufren de un ataque cerebral y aunque ha descendido de un tercero a un cuarto lugar, sigue siendo la principal causa de invalidez a largo plazo en este país.
Entre los hispanos, sobre todo en jóvenes y adultos de mediana edad, el ataque ocurre con mayor frecuencia y es más fatal que entre otros grupos étnicos.
"La edad promedio en que un latino puede sufrir un ataque cerebral es a los 67 años, mucho más joven que entre los blancos no latinos, pero los estamos viendo en gente tan joven como de 35 años y puede deberse a la mezcla de razas, la dieta y la falta de ejercicios", entre otros factores de riesgo, dijo a Efe el neurólogo mexicano Alejandro Alonso Magadán.
El neurólogo insistió en que no todos los ataques son fatales y que lo más importante es reconocer los síntomas para que reciban pronta atención médica, si es posible, en los primeros 60 minutos, porque ello puede evitar la invalidez a largo plazo.
Magadán, portavoz de la campaña durante mayo, el mes de concienciación sobre la enfermedad, que coordina el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) de los Institutos Nacionales de la Salud, indicó que hay que estar atentos al adormecimiento o debilidad repentina en la cara, el brazo o la pierna, casi siempre del mismo lado.
Otros síntomas de un ataque cerebral son la confusión repentina, problemas al hablar o para entender lo que otros dicen; problemas repentinos de visión en uno o ambos ojos así como para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o de coordinación.
También puede sentir dolor de cabeza repentino e intenso, sin causa aparente.
"Es importante que las personas aprendan a reconocer los síntomas para que puedan pedir ayuda inmediata al 911" para su familiar, un amigo o una persona cerca de ellos con esos síntomas, señaló el médico.
Hay dos tipos de ataque cerebral, el isquémico, que ocurre cuando el flujo de sangre es interrumpido por bloqueo en una arteria, y el hemorrágico, cuando hay ruptura del vaso sanguíneo, explicó.
Debido a que una persona que esté sufriendo un ataque cerebral no se da cuenta de ello, es importante que las personas que estén a su alrededor reaccionen con rapidez si reconocen algunos de los síntomas, sostuvo Magadán.
"Los síntomas son parecidos y sólo un médico puede distinguirlos, por lo que es importante que se pida y reciba ayuda de inmediato", insistió el médico, quien explicó que el ataque cerebral es más común en hombres que en mujeres.
Destacó que hay otros factores de riesgo que pueden incidir en que una persona sufra un ataque cerebral: que haya sufrido de un infarto previo, la presión alta, diabetes, colesterol alto, fumar, padecer de una enfermedad cardíaca, falta de actividad física o historial familiar de ataques cerebrales.
El neurólogo indicó además que una persona que ha sufrido de un ataque cerebral debe hacer cambios en su dieta para comer más frutas y vegetales, dejar de fumar si fuera el caso y hacer más ejercicio.
No obstante, advirtió que "si ha sufrido un ataque cerebral, siempre va a tener el riesgo" de que vuelva a ocurrir "y por eso es importante que llegue pronto a un hospital", reiteró.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario