Aunque las bebidas deportivas y las energéticas se mercadean de forma intensa para niños y adolescentes, una destacada asociación de pediatras da voz a una alarma sobre estas bebidas para niños.
Los niños pequeños y los adolescentes deben evitar esas bebidas completamente, según un informe publicado el lunes por la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics), y el consumo rutinario de bebidas deportivas debe ser limitado o eliminarse.
"No hay lugar para las bebidas energéticas para niños", aseguró la coautora del informe, la Dra. Marcie Beth Schneider, médica de adolescentes de Greenwich, Connecticut. "Hay lugar para las bebidas deportivas, pero es un lugar muy específico".
Las bebidas energéticas incluyen marcas populares como Red Bull, AMP y Rockstar, y tienden a tener mucha cafeína, potencialmente varias veces el nivel de cafeína que se encuentra en una taza de café. Los fabricantes con frecuencia añaden azúcar y estimulantes herbales como la guaraná y la taurina a las bebidas, que son populares entre los niños.
La cafeína y los estimulantes herbales que se encuentran en las bebidas energéticas pueden ser peligrosos para los niños, señalaron los investigadores. Algunas latas o botellas de bebidas energéticas pueden, de hecho, contener más de 500 mg de cafeína, equivalente a la cafeína de catorce botellas de refresco cafeinado, según Schneider.
La cafeína de las bebidas energéticas puede llevar a hipertensión, una tasa cardiaca elevada e insomnio, advirtió Schneider. Los otros ingredientes pueden aumentar la potencia de la cafeína, apuntó. Añadió que las bebidas tendrán un efecto mayor sobre los niños porque tienen un menor tamaño que los adultos.
"Los niños no las necesitan", afirmó. "No se trata de algo que deban beber".
Schneider no quiso identificar ninguna bebida energética que podría ser mejor que otras para los niños que insisten en beberlas. Si los niños usan bebidas energéticas porque están cansados, aconsejó que descansen más en lugar de consumir cafeína. "No es una solución", enfatizó.
Los fabricantes de Red Bull defendieron su bebida, al decir que tiene más o menos la misma cafeína que una taza de café, y que incluye ingredientes que han sido declarados seguros por las autoridades sanitarias europeas. Sin embargo, los usuarios de bebidas energéticas podrían consumirlas con mayor rapidez que el café caliente, porque se sirven frías.
Los autores del informe actual y de un estudio publicado en la revista Pediatrics el pasado febrero apuntaron a estadísticas que muestran que alrededor de la mitad de las 5,448 sobredosis de cafeína reportadas en el país en 2007 se dieron en personas menores de 19 años, aunque no se sabe cuántos de los casos fueron resultado del consumo de bebidas energéticas.
El estudio también reportó que muchos adolescentes consideran que las bebidas energéticas y las deportivas son intercambiables, y esto no es así.
Las bebidas deportivas como Gatorade, diseñadas para reemplazar el agua y los electrolitos que se pierden en el ejercicio, han estado disponibles durante décadas, aunque ahora hay una mayor selección de sabores y tipos. El informe las critica por contener demasiadas calorías y por aumentar potencialmente el riesgo de obesidad, aumento de peso y caries. Schneider señaló que a la mayoría de los niños les irá igual de bien al beber agua.
Sin embargo, "los niños que hacen mucha actividad aeróbica vigorosa se pueden beneficiar de las bebidas deportivas", comentó. "Pero a los demás ciertamente no les resulta necesario que se las sirvan con el almuerzo. Queremos que los niños se enfoquen en el agua y el calcio".
Si los niños insisten en las bebidas deportivas, Schneider apuntó que se pueden considerar los tipos bajos en calorías.
El informe aparece en la edición del 30 de mayo de la revista Pediatrics.
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