martes, 24 de mayo de 2011

Las actividades culturales mejoran la salud

Los adultos que visitan galerías y museos y van al teatro regularmente son más felices, más sanos, menos ansiosos y deprimidos que la gente que nunca participa en este tipo de actividades culturales.
Las actividades culturales receptivas son las más beneficiosas.

Ésa es la conclusión de un estudio llevado a cabo en Noruega con más de 50.000 adultos, tanto hombres como mujeres.

La investigación, publicada en Journal of Epidemiology and Community Health (Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria), estudió la asociación entre una buena salud y la satisfacción con la vida y la participación en actividades culturales.

Los resultados mostraron que todas estas actividades tienen un impacto positivo en la satisfacción con la vida, los niveles de depresión y ansiedad y la buena salud.
Pero quienes más se benefician con estas actividades, afirman los investigadores, son los hombres que están interesados en las actividades receptivas, es decir en observar y experimentar la cultura, más que en hacer o crear algo cultural.

Vida más larga
Desde hace tiempo los estudios han mostrado que la participación cultural de una población puede ser beneficiosa para la salud y puede prolongar la longevidad de un individuo.
De hecho, las actividades culturales se han utilizando tanto en políticas gubernamentales como en terapias médicas para mejorar el bienestar de la gente.

Pero hasta ahora no se había estudiado cuál era el impacto de esta participación cultural en la salud y la satisfacción con la vida y si era más beneficioso para los hombres o las mujeres.
Los investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, en Trondheim, utilizaron los datos del Estudio de Salud de Trondelag del Norte llevado a cabo con 50,797 adultos de entre 20 y 80 años entre 2006 y 2008.

El estudio utilizó cuestionarios para determinar con qué frecuencia los participantes se comprometían en actividades culturales y cuáles eran sus hábitos de estilo de vida, incluida la actividad física y su estado de salud mental.
Asimismo, el estudio incluyó un análisis clínico de los individuos para registrar su estado de salud, su satisfacción con la vida y sus niveles de ansiedad y depresión.

Las actividades culturales fueron clasificadas como creativas: en las que el individuo hace una tarea para crear algo "cultural", por ejemplo, una clase de pintura o una clase de piano; y receptivas: en las que el individuo recibe impresiones o experiencias culturales sin tener que "crear", como ir a un concierto, una exposición de arte, el teatro o visitar un museo.
El estudio tomó en cuenta factores como el ingreso y el nivel educativo de los participantes.

"Los resultados mostraron que, en general, tanto los hombres como las mujeres suelen participar más en actividades culturales creativas que en actividades culturales receptivas" dice el doctor Koenraad Cuypers, quien dirigió el estudio.
"Y el grado de participación se incrementa gradualmente desde los 20 hasta los 49 años y posteriormente comienza a disminuir a medida que aumenta la edad".

Más cultura receptiva, mejor salud
Entre más participación cultural mejor salud y sastisfacción con la vida.

Los resultados mostraron un vínculo entre la cantidad de tiempo que un individuo participa en actividades culturales y su estado de salud y la forma como goza la vida.

Entre más cultura se experimenta, mayores los beneficios para la salud y el bienestar.

"La frecuencia de la participación cultural y el número de diversas actividades están positivamente asociadas a una buena salud, una buena satisfacción con la vida, un menor nivel de ansiedad y un menor nivel de depresión" afirma el doctor Cuypers.
Sin embargo, agrega, el estudio mostró los mejores resultados "entre los hombres que se comprometen específicamente en las actividades culturales receptivas, más que creativas".

Es decir, los hombres que visitan galerías de arte, museos y van al teatro regularmente tienden a gozar de una mejor salud, están más satisfechos con su vida y tienen niveles menores de depresión y ansiedad, señala el investigador.
Los científicos no saben cuáles son los mecanismos que influyen en esta asociación, pero creen que -tal como lo han mostrado estudios en el pasado- las actividades relajantes, como escuchar música, leer, o ver una película, tienen un impacto positivo en el manejo del estrés.

Además, agregan, la disponibilidad para comprometerse en actividades culturales receptivas, como asistir a un concierto, al teatro o visitar un museo, no sólo inducen una mayor participación social y de actividad física, sino también son indicadores de un mejor estado de salud mental y física.
"Estos resultados indican que el uso de actividades culturales para la promoción de la salud podría estar justificada" concluyen los autores.

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