Las dietas y la alimentación desorganizada que se inician en la adolescencia con frecuencia continúan en la adultez temprana, encuentra un estudio reciente.
La alimentación desorganizada incluye conductas malsanas y extremas de control del peso, como los ayunos, saltarse comidas y los atracones.
Los investigadores analizaron datos de 1,030 chicos y 1,257 chicas a quienes se dio seguimiento por unos diez años a partir de la adolescencia temprana (unos trece años) o la adolescencia media (unos 16 años).
Alrededor de la mitad de las chicas adolescentes y una cuarta parte de los chicos adolescentes reportaron haber hecho dieta en el año anterior. En las chicas de ambos grupos de edad, la prevalencia de las dietas fue constante de la adolescencia a la adultez temprana. En los chicos, las dietas fueron constantes en el grupo de menor edad, pero aumentaron en el grupo de mayor edad a mediados de la veintena (pasando del 22 al 28 por ciento).
La prevalencia de conductas malsanas de control de peso fue constante en las chicas más jóvenes en el periodo de estudio. Se redujo cuando las chicas crecían, pero siguió siendo muy alta (al pasar de 61 a 54 por ciento).
Para los chicos en ambos grupos de edad, la prevalencia de conductas malsanas de control de peso fue constante, anotaron los autores del estudio.
Las conductas extremas de control de peso aumentaron significativamente en ambos grupos de chicas, de ocho a veinte por ciento en el grupo de chicas más jóvenes, y de trece a 21 por ciento en el grupo de más edad.
En los chicos mayores, las conductas extremas de control de peso aumentaron de dos a siete por ciento, hallaron los investigadores.
El estudio aparece en la edición de julio de la revista Journal of the American Dietetic Association.
"Los hallazgos del estudio actual respaldan esfuerzos tempranos y continuos dirigidos a la prevención, identificación precoz y tratamiento de las conductas desordenadas de alimentación en los jóvenes", apuntó en un comunicado de prensa de la revista la investigadora líder Dianne Neumark-Sztainer, profesora de la división de epidemiología y salud comunitaria de la Facultad de salud pública de la Universidad de Minnesota.
Los dietistas y otros proveedores de atención de salud deben preguntar a los pacientes sobre sus conductas de dieta en la niñez y la adultez temprana, añadió.
"Dada la creciente preocupación sobre la obesidad, es importante informar a la gente joven de que las dietas y la alimentación desorganizada pueden resultar contraproducentes en la gestión del peso", señaló. "Los jóvenes preocupados por su peso deben recibir respaldo para conductas saludables de alimentación y actividad física que puedan implementarse a largo plazo, y se les debe alejar del uso de prácticas malsanas de control de peso".
sábado, 25 de junio de 2011
Con frecuencia, las dietas extremas perduran de principios de la adolescencia hasta la adultez
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