Si quieres convertirte en el/la alquimista del hogar, aquí encontrarás las hierbas medicinales más populares, para qué se usan y qué tan efectivas son. Para que puedas conocer más sobre ellas y librarte de los dolores y los malestares de una manera natural, tal como lo hacían nuestros antepasados.
“Las brujas no existen, pero que las hay las hay”, dice el dicho popular. Y muchas veces, con los remedios caseros ocurre algo similar: quizás sea cuestión — como dicen por ahí — de “creer o reventar”. Más aún, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce a la denominada medicina herbaria, que es la que utiliza hierbas medicinales.
Afortunadamente actualmente hemos empezado a hacer más estudios científicos para entender sus efectos terapéuticos, sus efectos secundarios, sus contraindicaciones y cómo pueden interactuar con otros tratamientos. Algunas personas conocen los remedios con hierbas y otros tratamientos como medicina complementaria o integrativa.
Incluso, su uso se ha intensificado durante los últimos años y como mencioné, con él las investigaciones que buscan determinar sus beneficios y sus riesgos. Así, en muchos casos la magia puede desaparecer al analizar cada hierba en particular y comprobar cuáles son los compuestos que contienen, responsables de generar tal o cual efecto en el cuerpo.
Para que puedas tenerlas en cuenta e incluirlas como alternativa para que alivien tus malestares, aquí te contamos cuales son algunas de las hierbas medicinales más populares, para qué se utilizan y qué dicen las investigaciones científicas al respecto. Luego, esperamos que nos cuentes, cuáles son las que tú prefieres y por supuesto, que consultes con tu médico ante cualquier pregunta que tengas al respecto.
Equinácea: Se puede consumir en té, píldoras o cremas. En general se usa para combatir los resfríos, catarros o gripe y estimular el sistema de defensa. Los estudios científicos han tenido resultados mixtos en cuanto a su efectividad para prevenir o tratar los catarros. Sin embargo, la mayoría de los estudios no han demostrado que su efectividad en el sistema inmunológico (de defensas del organismo). Sin embargo, se continúan haciendo estudios al respecto. Los efectos secundarios, si se presentan, son náusea, indigestión, o diarrea. Algunas personas pueden ser alérgicas a ella.
Manzanilla: Se suele usar como antiinflamatoria, antiespasmódica, cicatrizante, antibacteriana y estimulante del funcionamiento de la piel. Se la usa de manera externa para infecciones en la piel y como infusión para la digestión e inflamaciones gastrointestinales. No existen muchos estudios de esta hierba. Algunos sugieren que puede ser efectiva para la ansiedad, los cólicos abdominales y la diarrea y para algunas condiciones de la piel. Ocasionalmente algunas personas son alérgicas a la manzanilla.
Té verde: Tiene compuestos antioxidantes denominados polifenoles. Sobre esta infusión milenaria en China, los estudios sugieren que podría brindar una modesta protección contra el cáncer y que podría favorecer la longevidad, pero se requieren más estudios al respecto. Se sugiere que se eviten los extractos concentrados y se recomienda que se beba el té verde en infusiones en moderación por su contenido de cafeína. Definitivamente evita los extractos de te verde si tienes problemas de hígado ya que ha habido casos reportados de toxicidad muy severa. Más detalles sobre el té verde aquí y aquí.
Canela: Muchos la usan para bajar la glucosa en la sangre, especialmente si tienen diabetes tipo 2, pero los estudios no se ponen de acuerdo. Puedes ver más detalles en una nota que publicamos sobre la canela y la diabetes aquí.
Ajo: Si bien se le utiliza en las comidas para darles un sabor especial; de paso, también lo usan para ayudar a bajar el colesterol, la presión arterial, y por sus efectos anticoagulantes, es decir que hace que la sangre sea más delgada. Además, se usa para combatir bacterias y hongos, bajar el azúcar, y mejorar el sistema de defensas o sistema inmunológico, lo han usado ¡hasta para los callos!. Su lado negativo es que produce olor en la piel y el aliento (el perejil ayuda a combatirlo) y puede producir molestias gastrointestinales. ¿Qué dice la ciencia? Un ajo en polvo de Kwai baja la presión arterial un 7 a 8%, el ajo aplicado en la piel si ayuda contra las infecciones causadas por hongos, incluyendo el pie de atleta. El comer ajo podría ayudar a disminuir el riesgo del cáncer del colon, del recto y del estómago, pero no el tomar suplementos de ajo y el ajo disminuye el endurecimiento de las arterias (ateroesclerosis) que tiende a suceder con la edad. Para las otras cosas no se tiene suficiente evidencia científica para decir que el ajo funciona o se ha comprobado que no funciona.
Ají (chile): contiene un ingrediente (Capsaicina) que se utiliza en cremas para ayudar con los dolores en las articulaciones y en los músculos.
Valeriana: se utiliza para combatir el insomnio y la ansiedad. En el primer caso hay estudios que sugieren que ayuda para dormir (es un sedante) pero faltan datos para corroborar sus efectos como tranquilizante. Se requieren estudios científicos bien diseñados que demuestren su efecto para el tratamiento del insomnio. Hay estudios patrocinados por el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa en Estados Unidos que están evaluando esto, así como su uso para el tratamiento de los síntomas de la menopausia. Se desconoce si su uso por más de 4 a 6 semanas es seguro. Puede causar dolor de cabeza, mareo y cansancio, entre sus efectos secundarios.
Ginseng: Existen varios tipos de ginseng, el proveniente de Siberia no se considera efectivo. Puede tomarse como infusión (té) o conseguirse en polvo. Se usa para mejorar el desempeño mental y para ayudar a bajar el azúcar en personas con diabetes. Dicen que disminuye el estrés y, en combinación con vitaminas y minerales, mejora el estado emocional y físico y la calidad de vida, especialmente de los adultos mayores. En el oriente también se la usa para tratar anemias, insomnio, gastritis e inapetencia sexual. Algunos estudios científicos han encontrado que el Ginseng de Asia podría disminuir el nivel de azúcar en la sangre y mejorar el sistema de defensa. Pero contamos con muy pocas investigaciones de calidad en suficientes pacientes para poder tener conclusiones definitivas. Se requieren más estudios. Algunos se están realizando en este momento. Se piensa que consumirlo por periodos cortos no es problemático. Las personas con diabetes deben tener precaución, especialmente si toman otras medicamentos, porque pueden tener episodios de hipoglicemia cuando los combinan con el Ginseng. Más sobre el Ginseng aquí.
Jengibre: se lo suele utilizar para combatir las náuseas, aunque no se recomienda consumirlo durante el embarazo o si se tienen antecedentes de hemorragias. Los estudios han dado resultados mixtos en cuanto a su eficiencia para el tratamiento de las náuseas causadas por el movimiento, la quimioterapia y/o la cirugía. Se piensa que es seguro cuando se toma en dosis bajas. Entre sus efectos secundarios puede causar acidez, gas, distensión y, en algunas personas, náusea. Es más común que esto suceda cuando se toma en forma de polvo. Idealmente consulta a tu médico sobre su uso.
Uña de gato: suele usarse para mejorar las defensas y como anti-inflamatorio, También se usa para condiciones como tumores malignos, gastritis, reumatismo, artritis y enfermedades de la piel. A pesar de su popularidad, no hay evidencias científicas de que sea efectivo. Algunos de los efecto secundarios incluyen dolor de cabeza, mareo y vómito. Podría interferir con el control de la presión arterial durante una operación, por lo cual es especialmente importante que le digas a tu médico si la estás tomando y te van a operar. Generalmente te recomiendan que lo suspendas mínimo dos semanas antes.
En todos los casos, recuerda que es importante que hables con tu médico sobre el uso de cualquier hierba, suplemento, vitamina o medicinas no recetadas para que él o ella pueda indicarte si existe algún riesgo, especialmente si los combinas con otras medicinas tradicionales. También es importante que no abandones tu tratamiento médico para utilizar hierbas medicinales. Estas pueden ayudarte a sentirte mejor y a acompañar el tratamiento que te haya indicado tu médico pero no a reemplaza a la medicina convencional.
Finalmente, si tienes alguna molestia que persiste o si la molestia es muy severa, ve al médico, no te esperes. Esa molestia es una indicación de que algo está mal. El no atenderla o el ocultarla con una pastilla o una hierba que te quite el síntoma puede retrasar el tratamiento y aumentar el riesgo de que aparezcan complicaciones.
Todo en esta vida tiene su lugar, incluyendo la medicina integrativa, complementaria o herbal.
Lo importante es utilizarla a tu favor.
miércoles, 8 de junio de 2011
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