Expertos plantean identificar a los niños con sobrepeso, fomentar la actividad física y promover buenos hábitos de sueño.
Para reducir las altas tasas de obesidad en bebés y niños pequeños en edad de preescolar en EE. UU. se necesitan estrategias para fomentar la actividad física, una alimentación sana y buenos hábitos de sueño, según un informe del Instituto de Medicina.
Limitar el tiempo que los niños pasan frente a la televisión es una recomendación clave.
Las tasas de exceso de peso y obesidad de EE. UU. en niños de dos a cinco años se han duplicado desde los 80. Alrededor del diez por ciento de los niños hasta la edad de dos años, y poco más del veinte por ciento de los niños de dos a cinco años, tienen sobrepeso o son obesos, según el informe.
"Al contrario de lo que se cree comúnmente, que un bebé gordito es un bebé sano, y que la gordura infantil desaparecerá naturalmente al crecer, el peso excesivo tiende a persistir", comentó en un comunicado de prensa del Centro de Investigación de la Obesidad Infantil de la Universidad Estatal de Pensilvania la presidenta del comité del informe Leann Birch, profesora de desarrollo humano y directora del instituto.
"Es una preocupación nacional porque las afecciones relacionadas con el peso como la diabetes y la hipertensión solían ocurrir casi exclusivamente en adultos, pero ahora ocurren en adolescentes y adultos jóvenes, y las tasas crecen", lamentó Birch.
"Los proveedores guarderías, los profesionales de la salud y los diseñadores de políticas pueden ser socios útiles de los padres en la reducción del riesgo de obesidad al crear ambientes saludables e implementar prácticas positivas durante los primeros años cruciales del desarrollo", añadió.
Atacar un solo factor no resolverá el problema de obesidad en los bebés y los niños en edad preescolar. El tema amerita un método amplio que incluya identificar a los niños con sobrepeso, aumentar la actividad física, fomentar una alimentación sana y asegurarse de que los niños duerman lo suficiente, planteaba el informe.
Las recomendaciones incluyen:
*Limitar el tiempo que los niños pasan frente a la televisión y usan otros medios de comunicación.
*Exigir a los proveedores de atención infantil que promuevan prácticas saludables de sueño.
*Educar a los padres sobre las horas adecuadas de sueño y los buenos hábitos de sueño según la edad.
*Exigir a los proveedores de atención infantil que provean oportunidades y ambientes que fomenten la actividad física.
*Aumentar los esfuerzos por promover la lactancia materna.
*Exigir a las guarderías y preescolares que sigan los patrones de comidas establecidos por el Programa de alimentación en la atención infantil y de adultos de EE. UU.
Las recomendaciones del informe se dirigen a los diseñadores de políticas y a los proveedores de atención infantil, pero esos profesionales también pueden educar y respaldar a los padres en el establecimiento de hábitos saludables en el hogar, según los autores del informe.
El instituto forma parte de la Academia Nacional de Ciencias.
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