domingo, 13 de marzo de 2011

Ahora se puede operar el corazón con un joystick

Un moderno sistema permite al médico mover, a la distancia, una sonda dentro del paciente. Es muy preciso, fácil de manejar y disminuye el uso de radiación. Es utilizado para encontrar el sitio en el que se produjo una arritmia
El aparato lleva el nombre de CGCI, y está en período de prueba. Es por ello que la empresa fabricante, Magnetecs, lo ofreció de manera gratuita al Hospital La Paz, de Madrid, para que lo utilice y evalúe su eficacia, de manera inédita.
El equipo se encuentra en su Unidad de Electrofisiología Cardiaca Robotizada
El aparato cuenta con un joystick similar al de los juegos de video, y con otro circular algo más complejo. El médico se sienta frente a una pantalla, a unos seis metros de la ubicación del paciente, que se encuentra despierto. Con algunos mandos, mueve la sonda por el corazón: los movimientos adelante, atrás, arriba y abajo se traducen a ocho electroimanes que regulan su potencia para desplazar la punta de un catéter por el órgano.

En el extremo fino del cable hay sensores, cuya función es hallar el punto en el que se produjo la arritmia por la que el paciente está internado.
“De momento, sólo tenemos permiso para usarla para localizar el origen del problema”, explicó José Luis Merino, cardiólogo de ese centro de salud español.

Debido a esto, una vez encontrado el sitio de la falla debe utilizarse un catéter tradicional para quemar la zona y eliminar la interferencia, la segunda parte del proceso.

“La FDA (Agencia del Medicamento norteamericana) todavía no lo ha autorizado, pero en el futuro se aprovechará el mismo catéter para cauterizar el punto elegido“, aseguró Merino.

Las ventajas de este procedimiento son varias. La primera de ellas, según el especialista, es la precisión. Explicó que los dispositivos actuales, que se introducen en la ingle y se manejan desde afuera, no permiten movimientos amplios del catéter.

Además, una vez que la máquina localiza el sitio con el error, lo recuerda, y en cualquier momento puede volver a él sin que haya que repetir la búsqueda.
Por otra parte, el proceso, que dura entre tres y cinco horas, es mucho más cómodo para el médico, ya que se encuentra sentado. “Y el cansancio aumenta el riesgo de imprecisión”, dijo Merino.

Otra de las ventajas radica en que se ahorra radiación para el paciente y para los médicos. Hasta ahora, era necesario aplicar rayos para saber en cada momento dónde estaba el catéter, situación que se reduciría con el nuevo aparato.

Para Merino, la utilización de este mecanismo permitirá duplicar el número de cateterismos que se hacen al año, que alcanza hoy los 300 en ese centro de salud.
“El aparato es muy fácil de manejar, pero como todavía estamos aprendiendo no podemos saber si vamos a ahorrar tiempo, aunque lo lógico es pensar que sí”, finalizó.

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