Existen dos tipos de fobias, las simples y las complejas, que en su totalidad afectan a un 10% de la población. En el caso de las fobias simples puede ocurrir que no interfieran en la vida cotidiana, por lo que muchos autores no las llegan a considerar fuente de la patología ya que a efectos prácticos no tienen importancia.
Diferencia entre Asco y Fobia
Debemos distinguir entre miedo, asco e incomodidad, y fobia. En el primer caso se ponen en marcha mecanismos fisiológicos como la boca seca, erizamiento de piel o nauseas. En cambio, en el caso del miedo provocado por la fobia lo que domina es el deseo de huir. Aparece taquicardia, sudoración, aumento de presión arterial y flojera en las piernas. También hay que tener en cuenta el grado de fobia de la persona. Si el grado de la fobia es elevado puede llegar a interferir en la vida de quien la padece hasta convertirse en algo invalidante.
>Cuidado con el Refuerzo Negativo
Muchas personas que, por ejemplo, padecen una fobia social, se dan cuenta de que el alcohol les desinhibe . Esto es un refuerzo negativo que les quita la ansiedad y evita el malestar del objeto de fobia. De hecho este refuerzo es mucho más potente que el refuerzo positivo, que es el premio por haber superado el momento crítico. Hay que tener cuidado con los refuerzos, puesto que en el caso del alcohol se pueden convertir en un problema de peores consecuencias.
¿Qué Sienten los Pacientes?
Los pacientes que sienten esos miedos identifican tres sensaciones básicas ante el objeto o situación que se los provocan. Por una parte piensan cómo escapar de la situación si les ocurre algo; también se preguntan quien les ayudará en caso de que lo necesiten; por último se sienten especialmente agobiados por el hecho de llamar la atención con su reacción de pánico. Estas tres ideas siempre están presentes, por ejemplo, en los casos de agorafobia. En algunos casos estos miedos pueden responder a situaciones y malas experiencias vividas con anterioridad, aunque no siempre tiene porqué ser así.
Tratamientos
Por lo que respecta al psicoanálisis, todavía no se ha podido demostrar que solucione estas patologías del miedo. Lo que sí está claro es que se deben utilizar las dos estrategias que han mostrado evidencias de eficacia: el tratamiento psicológico con terapia cognitiva y el tratamiento farmacológico.
Test Farmacogenético
Cada individuo tiene sus propias características por lo que hay que hacer medicina personalizada. En estos momentos se dispone de un test de tipo genético en los que ya se sabe de entrada si un medicamento sentará bien o no. Este test recibe el nombre de Neurofarmagen y ayuda mucho en psiquiatría a la hora de hacer que el paciente recupere cuanto antes su calidad de vida.
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