Microfotografía de microcápsulas desarrolladas para aplicar en telas.
Telas capaces de repeler mosquitos que transmiten el dengue fueron desarrolladas por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). La novedad fue descripta en la revista científica Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene. “Se trata de aceites esenciales microencapsulados con propiedades repelentes. La microencapsulación modula la liberación de los aceites, generalmente mezclas de sustancias volátiles, prolongando el efecto repelente de las telas sobre las que se aplican”, explicó a la Agencia CyTA la doctora Laura Hermida, coordinadora de la Unidad Técnica Nuevos Procesos y Productos del Centro de Investigación y Desarrollo en Química del INTI. Y agregó: “Las microcápsulas se elaboran con biopolímeros, sustancias biocompatibles y biodegradables. Posteriormente se aplican a la tela mediante procesos convencionales empleados en la industria textil.”
Alta actividad repelente
Mediante un experimento, los científicos del INTI demostraron que las telas que contenían las microcápsulas presentaron
Microfotografía de microcápsulas aplicadas sobre tejidos de algodón. Al contener citronella presentaban una actividad repelente hacia los mosquitos Aedes aegypti –vector del dengue-del 90 por ciento durante tres semanas en condiciones de laboratorio.
Para comprobar la eficacia de las telas para repeler a los mosquitos Aedes aegypti los profesionales confeccionaron mangas que cubrían la mano y el antebrazo, a partir de telas de algodón recubiertas o impregnadas con suspensiones de aceites microencapsulados. “Estas muestras se dejaban al aire a temperatura ambiente durante el transcurso del experimento. A ciertos tiempos prefijados se realizaba el ensayo de repelencia con mosquitos Aedes aegypti criados en el Centro de Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE)”, señaló la doctora Hermida, referente argentina en tecnología de microencapsulación aplicada a la industria. Y continuó: “Metimos la mano y el antebrazo cubiertos con las distintas mangas en una jaula conteniendo mosquitos para registrar el número de insectos posados. Como control empleamos el brazo desnudo y mangas de algodón sin tratar. Luego calculamos el porcentaje de repelencia comparando cada muestra con los controles”.
Según indicó la investigadora del INTI, esta tecnología en desarrollo podría servir para otras aplicaciones, como por ejemplo textiles antibacterianos e ignífugos.
En esta primera etapa aún no pensamos en la fabricación de prendas, ya que este sistema sólo resiste unos pocos lavados domésticos y no tiene la capacidad de ser recargado.
Equipos escala piloto para la aplicación de las microcápsulas al textil.
“Para lograr solidez al lavado o bien desarrollar textiles ‘recargables’ es necesario continuar con las investigaciones iniciadas, ensayando nuevos sistemas que modulen la liberación de los aceites y su fijación a los textiles”, subrayó Hermida. Y agregó: “Nuestro proyecto global tiene previsto la realización de ensayos de campo, los que nos permitirán saber si las telas resisten condiciones de uso reales, en especial en cuanto a temperatura, humedad y radiación solar. En este sentido, aún no estamos en condiciones de desarrollar prendas. Sin embargo, se están diseñando alternativas, como por ejemplo ropa de trabajo a base de no tejidos, que serán evaluadas oportunamente para determinar su efectividad, en particular contra el mosquito Aedes aegypti. Nuestro deseo es que este desarrollo pueda servir para colaborar en el control del vector, que se aborda desde distintas estrategias complementarias”.
Trabajo premiado
Trabajo premiado
Por este proyecto, la doctora Hermida y sus colegas recibieron un premio en el Concurso Nacional de Innovación, INNOVAR, en 2009, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
En esa oportunidad, los investigadores del INTI empleaban la citronella como repelente. “A partir de ese momento hemos estudiado otros aceites repelentes que podrían resultar más eficaces. Asimismo hemos desarrollado cremas de uso tópico que se encuentran en evaluación. También se ha ensayado la aplicación de las microcápsulas a otros tipos de sustratos textiles, como los no tejidos, lo cual nos permitiría el diseño de productos de vida útil limitada”.
Recientemente la doctora Hermida y sus colegas obtuvieron el subsidio FONARSEC de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica con el proyecto “Nanotecnología para textiles funcionales”. “Esto nos permitirá llevar adelante la confección de prototipos para ensayos de campo así como también abrir nuevas líneas de investigación basadas en herramientas provenientes de la nanotecnología. El objetivo es lograr que las telas repelentes resistan las condiciones de uso. El proyecto se basa en la conformación de un consorcio público-privado que incluye la participación de los Centros de Química y Textiles del INTI, el Área Materiales Biomédicos del INTEMA (UNMdP-CONICET), dirigido por el doctor Gustavo Abraham, la Fundación Pro-Tejer y la empresa Guilford Argentina S.A.”, concluye Hermida.
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