lunes, 14 de marzo de 2011

Dispensarios robot de medicinas

Una red de clínicas en zonas de bajos recursos de la costa oeste de Estados Unidos ha instalado dispensarios robot con instrucciones en español para proveer medicinas con receta médica.
"Tener una farmacia robótica en nuestro idioma, en nuestra clínica, nos facilita a nosotros darle al paciente la medicina segundos después de que ha pasado consulta", dijo Rafael Amaro, director médico del grupo Molina Healthcare.
"En casos de infecciones el tiempo para comenzar a tomar la medicina es crucial, porque si el paciente no puede ir a la farmacia a ordenarla y luego a recogerla, en ese tiempo se le puede agudizar y terminar en la sala de emergencia de un hospital", explicó en la clínica de la calle Artesia de Long Beach, California.

Amaro explicó que con el dispensario robotizado, después de la consulta el paciente va a la máquina a la que el médico ya le envió la orden por computadora.
Con la ayuda de un asistente médico en una pantalla de computadora escribe su código de paciente y automáticamente el aparato busca su medicina para depositarla en una ventanilla.

El médico internista contó que la idea de mandar a hacer los dispensarios robóticos en español fue iniciativa de la red de clínicas y seguros médicos de bajo costo Molina Healtcare la cual a principios de 2010 hizo la propuesta para "españolizar" las farmacias robóticas que desde 2001 son fabricados por la empresa "InstyMed" de Minnesota.

"Molina Healthcare tiene en California 16 clínicas y en todas ya instalaron un dispensario robótico; en el estado de Washington hay dos clínicas de las cuales una tiene la farmacia automatizada", reveló Amaro.
"Los técnicos de 'InstyMed' comenzaron a instalar las máquinas en nuestras clínicas en Junio de 2010 con el programa en inglés y hace dos meses le cargaron el nuevo programa en español", indicó el médico quien aseguró que son las primeras farmacias robot que operan en este idioma en Estados Unidos.

Al interior del dispensario, del tamaño de una gran refrigeradora, la asistente médico recarga con cartuchos de medicinas los estantes en los cuales al cerrarla automáticamente el robot comienza a leer los códigos de barra en el "magazine" con cajas o botes alineados, para ubicar exactamente donde está cada medicamento.

"La máquina está programada para que cuando ya se está terminando cualquier tipo de medicina manda una señal a la base de 'InstyMed' de donde me hablan y me dicen que hay que recargar algún cartucho con medicina", explicó Miriam Castillo, asistente médico.
"En nuestra clínica de Long Beach como el 85% de los pacientes son hispanos, la máquina es de gran ayuda por ser en español", indicó.

Eduardo Romero es uno de los pacientes de Molina Heathcare en Long Beach quien dijo que como padre de una niña de 4 años que la llevó recientemente con tosferina y un chico de 8 que padece de asma fue una experiencia agradable tener acceso fácil a la medicina a través de la farmacia robot.
"Cuando uno tiene a los hijos enfermos quiere la medicina rápido; pero a veces en las farmacias tienen tanto trabajo que le dicen a uno regrese por la tarde a traer su orden y con los hijos enfermos uno no quiere esperar y en eso ayuda la máquina que todo es rápido", explicó.

Brad Schraut, director ejecutivo de InstyMed, dijo que diversos estudios demuestran que más del 20 por ciento de los pacientes no surten sus recetas por diversas razones u ordenan la medicina en farmacias y después no regresan a recogerla.

"En las clínicas donde están las 200 farmacias robots que hemos fabricado, distribuidas en 28 estados, el 95% de los pacientes sale de ahí con su medicina con lo cual sus tratamientos los comienzan ahí mismo donde se toman la primera dosis", indicó Schraut.

"A nosotros nos cuesta como 100 mil dólares construir e instalar cada dispensario automatizado y los llevamos a las clínicas que los requieran por una renta de mil 500 dólares mensuales", finalizó.

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