martes, 1 de marzo de 2011

Vinculan a las bebidas azucaradas con la presión arterial alta

Consumir demasiadas bebidas azucaradas parece aumentar el riesgo de tener presión arterial alta, advirtieron expertos.

La presión arterial sube gradualmente por cada lata adicional de bebida azucarada consumida al día.
Los resultados de un estudio sugieren que la presión arterial sube gradualmente por cada lata adicional de bebida azucarada consumida al día.

Beber más de 355 mililitros diarios de jugo de fruta endulzada con azúcar o bebidas carbonatadas puede ser suficiente para alterar el equilibrio, señala una investigación en la que participaron más de 2.500 personas.

El estudio, que fue realizado por investigadores en el Reino Unido y Estados Unidos, apareció publicado en la revista científica Hypertension.
El mecanismo exacto detrás de esta relación aún se desconoce con exactitud, pero los científicos creen que demasiada azúcar en la sangre altera el tono de los vasos sanguíneos y los niveles de sal en el cuerpo.
Las bebidas dietéticas no azucaradas no conllevan el mismo riesgo.

Más azúcar
En cuatro ocasiones distintas, a los participantes -que tenían entre 40 y 59 años en el Reino Unido y en Estados Unidos- se les pidió que llevaran un registro de lo que habían comido en las últimas 24 horas, que proporcionaran una muestra de orina y finalmente se les tomó la presión arterial.
Los investigadores encontraron que la ingesta de azúcar fue mayor en aquellos que consumen más de una bebida con azúcar al día.

También concluyeron que las personas que beben más de una bebida endulzada con azúcar al día consumieron más calorías que aquellas que no consumieron bebidas azucaradas, en promedio consumieron alrededor de 397 calorías adicionales diarias.

Por cada lata adicional de bebida azucarada consumida al día, los participantes, en promedio, tuvieron una presión arterial sistólica más alta en 1.6mmHg y una mayor presión arterial diastólica en 0.8mmHg.

En general, las personas que consumieron una gran cantidad de bebidas azucaradas parecieron tener una dieta menos saludable y eran más propensas a tener sobrepeso.
Pero independientemente de esto, el vínculo con la presión arterial era aún significativo, incluso después de tener en cuenta factores de ajuste como el peso y la altura.

Riesgo de accidente cerebrovascular
El profesor Paul Elliott, de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres y autor principal del estudio, señaló que: "Es bien sabido que si hay demasiada sal en su dieta, usted es más propenso a desarrollar presión arterial alta".
"Los resultados de este estudio sugieren que la gente también debe tener cuidado con la cantidad de azúcar que consume", agregó.
La presión arterial alta es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Una persona con un nivel de presión arterial de más de 135mmHg/85mmHg tiene el doble de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral que alguien con una lectura de más de 115mmHg/75mmHg.
En el estudio, la relación entre las bebidas azucaradas y una mayor presión arterial fue especialmente fuerte en las personas que consumían una gran cantidad de sal y azúcar.

La Fundación Británica del Corazón indicó que se requieren hacer más investigaciones para comprender mejor la relación entre el azúcar y la presión arterial.
La dietista de la fundación, Victoria Taylor, señaló que era mejor evitar tomar en exceso bebidas azucaradas porque añaden calorías adicionales a nuestra dieta, que a su vez pueden conducir a la obesidad, lo que es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades del corazón.

Por su parte, la Asociación del Corazón de Estados Unidos dijo que la gente no debería consumir más de tres bebidas carbonatadas de 355 mililitros a la semana.
El profesor Graham MacGregor, presidente de la Asociación sobre la Presión Arterial señaló que: "Esto es otro clavo en el ataúd de los refrescos".
"No sólo te hacen obeso, pero también pueden elevar la presión arterial".

Un portavoz de la Asociación Británica de Refrescos dijo que el estudio no demostró que tomar bebidas endulzadas con azúcar de ningún modo causa hipertensión.
"Los refrescos son seguros para beber, pero -como todos los alimentos y bebidas- se deben consumir con moderación como parte de una dieta balanceada", indicó.

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