domingo, 3 de abril de 2011

Con una muestra de sangre se podría detectar el rechazo al trasplante de órgano

El principal miedo que tienen todos los pacientes que han sufrido un trasplante de órgano es que su cuerpo lo rechace. Esto llega a ser sumamente frustrante para el paciente, ya que pudo haber estado en la lista de espera del órgano por muchos años, pudo haber resistido la complicada operación de trasplante y, finalmente, cuando tiene la oportunidad de cambiar su vida, su cuerpo no acepta al nuevo inquilino.
Aproximadamente el 40% de los pacientes que han sufrido un trasplante experimentan un episodio agudo de rechazo del órgano durante el primer año. Nuestro organismo reconoce como un agente externo al órgano trasplantado y activa el sistema inmune quien es el que juega el rol principal en el rechazo del órgano; por esta razón, si se presenta el rechazado, los médicos suministran fármacos que suprimen el sistema inmunológico (inmunosupresores).

Para saber si se presenta o no el rechazado, se deben hacer exámenes periódicamente, tomando pequeñas muestras del órgano trasplantado (biopsia) y ver si sigue en buenas condiciones o está empezando a ser atacado por nuestro sistema inmunológico. Sin embargo, este tipo de exámenes son dolorosos —por ser invasivos— cuestan mucho dinero y pueden dañar críticamente al órgano.

En el 2009 se desarrolló un diagnóstico no invasivo para ver la evolución de un corazón trasplantado llamado AlloMap®. Éste método se basa en cuantificar la expresión de ciertos genes en células mononucleares de sangre periférica (PBMC), los cuales están relacionados con el rechazo al corazón trasplantado. Sin embargo, esta tecnología sólo permite predecir un poco más de la mitad de los casos de rechazo del órgano.

En los últimos meses, hemos comentado un par de artículos sobre el uso de la sangre de la madre gestante para predecir si el bebé tendrá o no Síndrome de Down o algún otro tipo de enfermedad congénita, esto gracias a que en la sangre de la madre se puede encontrar una gran cantidad de ADN del feto, con el cual se pueden hacer los estudios genéticos correspondientes, tales como la determinación del sexo antes que se empiecen a diferenciar los órganos reproductores, que es la forma común como se determina el sexo del bebé.

No es un misterio que el genoma del órgano trasplantado sea diferente al genoma del paciente, y además, también se puede detectar ciertos niveles de ADN del órgano en la sangre del paciente. Así que investigadores del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI), liderados por el Dr. Thomas N. Snyder, han desarrollado un método que trata de predecir el rechazo al trasplante a partir de los niveles de ADN del órgano en la sangre del paciente, según reportaron esta semana en PNAS.
Lo que ocurre es que cuando el órgano es rechazado, sus células empiezan a morir liberando su material genético al torrente sanguíneo. De esta manera, los niveles de ADN del órgano en la sangre del paciente serán mayores cuando el órgano es rechazado. Para corroborar esta hipótesis, Snyder et al. analizaron las 44 muestras de sangre almacenadas de 7 pacientes que se sometieron a un trasplante de órgano. Cuando se producía el rechazo, los niveles de ADN del órgano trasplantado en la sangre del paciente alcanzaban del 3 al 4% del ADN total, mientras que los niveles normales (cuando no había rechazo) era sólo del 1%
Con este método pudieron acertar en el 83% de las veces, lo cual lo hace más exacto que AlloMap®. Sin embargo, la cantidad de muestras de pacientes usados en el estudio (n=7) no lo hace significativo, ya que a menor número de muestras, la variación que pudiera haber entre los resultados genera una mayor incertidumbre, lo cual podría generar falsos positivos y falsos negativos. Por suerte, como esta técnica no es invasiva, se podría implementar junto a la biopsia como un examen complementario, para poder tener una mayor cantidad de datos que corroboren o rechacen la hipótesis.

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