■El cáncer de piel es uno de los más comunes en el Reino Unido..
■Cada día se dan más de dos casos de la variante más letal en menores de 35 años.
■El 6% de jóvenes entre 11 y 17 años del Reino Unido utiliza camas bronceadoras
Los centros de bronceado artificial están prohibidos a partir de ahora en Inglaterra para los menores de 18 años, bajo pena de multa de un máximo de 20.000 libras a todos aquellos establecimientos que incumplan la ley. Las autoridades están tomando este tipo de medidas ya que el de piel es uno de los tipos de cáncer con mayor incidencia entre los jóvenes.
Los salones de belleza y bronceado, los gimnasios y centros de ocio no permitirán a los menores de edad utilizar las instalaciones de bronceado ni tampoco acceder al recinto habilitado para sus usuarios, ateniéndose así a la ley de regulación de los solárium, que fue aprobada en 2010 y que entra ahora en vigor.
A partir de esta fecha, los negocios tendrán que pedir algún tipo de documentación o mantener un registro de sus clientes puesto que podrán ser sometidos a visitas sorpresa de inspectores oficiales, que registrarán el recinto para asegurarse de que se cumple la ley.
El 6 por ciento de jóvenes entre 11 y 17 años del Reino Unido utiliza camas bronceadoras y las cifras aumentan significativamente en localidades como Liverpool y Sunderland (norte de Inglaterra), donde un 50 por ciento de las adolescentes de entre 15 y 17 son usuarias de estas máquinas, según la agencia local de noticias PA.
El cáncer de piel es uno de los más comunes en el Reino Unido y estudios recientes muestran que cada día se diagnostican más de dos casos de la variante más letal en menores de 35 años.
Anne Milton, responsable de Salud Pública del ministerio de Sanidad, declaró que la nueva ley ayudará a reducir "uno de los tipos de cáncer con mayor incidencia entre las personas de entre 15 y 24 años" y advirtió a los jóvenes usuarios de este tipo de servicio de que están poniendo "en riesgo" su salud.
Ir más allá, como hace Gales
El Instituto de Salud Medioambiental (CIEH, en sus siglas en inglés), declaró que la prohibición, aunque positiva, no es suficiente y que el Gobierno debería aplicar las medidas ya vigentes en Gales, donde se prohíbe la exposición a la radiación ultravioleta sin una supervisión especializada.
"Instamos al Gobierno a que siga el ejemplo de Gales" cuya legislación "restringe la venta de los aparatos de bronceado artificial, prohíbe los salones de bronceado sin supervisión y exige a los locales que informen a sus clientes", además de proveerles protectores para los ojos.
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