sábado, 22 de enero de 2011

¿Hay que llevar flores a la hora de visitar a un enfermo?

Es un clásico cada vez menos visto: a la hora de ir a visitar a un enfermo la costumbre imponía llevarle de regalo un ramo de flores. Sin embargo una discusión recorre, hace ya tiempo, los ámbitos administrativos y médicos de sanatorios y hospitales: ¿deberían prohibirse los ramos de flores de los hospitales?

Se sabe que las flores tienen un efecto positivo benéfico en las reacciones emocionales, en el estado de ánimo y en las conductas tanto de hombres como de mujeres. De hecho hay estudios hechos en los que se demostró que los pacientes que se recuperan en una sala de hospital decorada con plantas y flores necesitan una menor cantidad de analgésicos.
Las preguntas y dudas que justifican esta discusión son las siguientes: para muchos el tener en una habitación un florero con agua y flores puede ser un lugar donde se acumulen potenciales bacterias.

Otro de los puntos de la controversia versa sobre si estas plantas adornando las cercanías de la cama del paciente no compiten, de alguna manera, con éste por el vital oxígeno.

Y, finalmente, también hay dudas acerca de si las flores no generan algún tipo de amenaza por estar ubicadas cerca de equipamiento médico- que ponga en riesgo su correcto funcionamiento.

Estas son las principales razones que dan los expertos que prohíben, o al menos tratan de no propiciar, a familiares y amigos a acercarle flores a un enfermo internado duran sus visitas.

Sin embargo un reciente trabajo publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal analiza a fondo los datos disponibles acerca de si estas ideas están, o no, justificadas en hechos concretos.

LOS TRABAJOS
Giskin Day y Naiome Carter dos profesionales del respetado Imperial College de Londres, Inglaterra, revisaron en detalle la literatura médica publicada sobre esta temática. Pero, además, interrogaron a una gran cantidad de pacientes y de personal médico de distintos hospitales de Londres para sumar nuevos puntos de vista sobre esta cuestión.

Lo cierto es que a pesar de que hay algún antiguo estudio, realizado en el año 1973, donde se encontró una alta cantidad de bacterias en el agua de floreros de pabellones de hospitales, no ha habido investigaciones ni informaciones que demuestren evidencias acerca de que el agua de dichos floreros ubicados haya causado alguna infección hospitalaria.

A pesar de esta falta de datos concretos una amplia porción de hospitales y sanatorios continúa la práctica de prohibir la presencia de flores en las habitaciones.

EL OXIGENO
También es una costumbre antigua que las enfermeras retiren los floreros con flores de los costados de las camas de los pacientes al caer la noche. Se basan en la concepción de que -de alguna manera- las plantas "compiten" con el paciente a la hora de acceder al oxígeno del ambiente.

Sin embargo se han hecho estudios donde se comprobó que esto no es más que un mito urbano y que el impacto del metabolismo de las flores en la composición del aire de una habitación de hospital es absolutamente despreciable y ni siquiera justifica el trabajo de mover el florero.

Finalmente, el hecho de que un florero con agua podría poner en riesgo algún equipamiento médico no parece ser un argumento muy sólido ya que el paciente también come y bebe en su cama, cerca de ese mismo equipamiento médico y nadie se hace mayor problema por ese detalle.

LA OPINIÓN DE LOS PACIENTES
También es cierto que al consultarse al grupo de enfermeras sobre esta práctica expresaron sus molestias al respecto pero no en términos de peligro para la salud del paciente sino que comentaron que los floreros cargados eran un estorbo a la hora de maniobrar en la habitación.

Finalmente, se sabe que las flores tienen un efecto positivo benéfico en las reacciones emocionales, en el estado de ánimo y en las conductas tanto de hombres como de mujeres. De hecho hay estudios hechos en los que se demostró que los pacientes que se recuperan en una sala de hospital decorada con plantas y flores necesitan una menor cantidad de analgésicos que otros pacientes que se recuperan en una sala despojada de estos adornos.

También se ha comprobado que la presencia de plantas contribuye a mejorar varios parámetros cardíacos, disminuir el nivel de ansiedad y de fatiga y hasta genera sentimientos positivos en los pacientes.
En conclusión, los profesionales concluyen y lo escriben en un editorial del BMJ- que estas costumbres de prohibición de tener flores en las habitaciones de pacientes, no tienen una justificación médico científica.

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