domingo, 13 de febrero de 2011

Cascos para pensar y supercerebros

¿Estamos entrando en la era de los "cascos para pensar"; es decir, dispositivos para estimular el potencial de nuestro cerebro que, a la vez, podrían tener aplicaciones de salud?
¿Llegará el momento en que todos, desde escolares hasta jubilados, desde artistas hasta contadores, puedan recargar sus habilidades naturales con un sombrero estrafalario?

Ya se ha indicado que la electricidad puede estimular ciertos talentos, y ahora investigadores en Australia han descubierto una manera de ayudar a la solución de problemas matemáticos.

El equipo del Centro de Estudios de la Mente de la Universidad de Sidney, Australia, estima que las experiencias individuales pueden condicionar y, a veces, comprometer la capacidad de pensar de forma creativa.

Así, cuando el cerebro se acostumbra a resolver un problema de una manera, luego le cuesta cambiar el enfoque.

Los especialistas utilizaron unos conocidos problemas matemáticos con números romanos.
En el primero, uno tiene que alterar los números para que "3 = 9 - 1" se convierta en "3 = 4 - 1".
Pero luego de resolver repetidamente problemas en los cuales hay que cambiar los números, al cerebro le queda difícil resolver otros problemas -como los del tipo 2 y 3 en el gráfico- en los cuales lo que se requiere es cambiar los símbolos.

En el estudio, sólo el 20% pudo llegar a la conclusión de que "6 = 6 + 6" se convierte en "6 = 6 = 6".
Aunque aquellos que usaron los "cascos para pensar" lograron mejores resultados.

Corriente eléctrica
Los expertos pasaron una corriente eléctrica a través del cerebro de quienes usaron los dispositivos con el propósito de reducir la actividad del lóbulo temporal izquierdo anterior y aumentar la actividad del derecho.

Como resultado, se triplicó el número de personas capaces de resolver los problemas matemáticos

Allan Snyder, director del Centro de Estudios de la Mente, se refirió a una especie de "efecto bisagra" que cambia el equilibrio entre las dos mitades del cerebro: "El enfoque que utilizamos logra temporalmente modular el equilibrio hemisférico a nuestro favor".
Quienes usaron los "cascos para pensar" lograron mejores resultados.

Snyder agregó que "los efectos de la estimulación probablemente duran una hora, que es exactamente lo que queríamos: una ventana temporal que nos permita estudiar el tema de una forma novedosa".

Algunos sostienen que estimular el cerebro puede mejorar la capacidad de aprender un lenguaje, así como también reforzar la memoria y la capacidad de atención.

En pacientes
Sin embargo, Chris Chambers, neurocientífico de la Universidad de Cardiff, en Gales, sostiene que la investigación de los expertos australianos posee limitaciones.

Según él, el estudio puede demostrar que la estimulación tiene un efecto en la solución de esos problemas matemáticos, pero no más allá.

E incluso en ese caso específico de los problemas matemáticos, anota, podría tratarse simplemente de que la electricidad hizo que la gente estuviera más despierta y alerta.

Entre tanto, en otro lugar del Reino Unido, Roi Cohen Kadosh, de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, ha demostrado que la estimulación del cerebro puede mejorar la habilidad matemática.

En sus palabras: "El objetivo principal es aplicar este tipo de investigación en los pacientes con daños cerebrales o dificultades de aprendizaje".

Así, después, "podríamos estudiar la manera de utilizarla en el mejoramiento de las habilidades" cognitivas.

Ya Cohen Kadosh empezó a trabajar con empresas privadas en el diseño de un casco.

"El casco de pensar del futuro no servirá para ayudarnos a recordar datos, pues internet ya solucionó ese problema. Más bien, facilitará el aprendizaje y el amaestramiento de hábitos mentales".

Pero Cambers también se mostró escéptico respecto al "casco para pensar". Dijo, "es ciencia ficción; todo lo que sabemos sobre el tema sugiere que podríamos estar a muchos, muchos años de conseguirlo, si es que alguna vez lo logramos".

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