sábado, 19 de febrero de 2011

Cómo prevenir el dolor de espalda

La columna es una de las partes del cuerpo más afectadas por las malas posturas y sedentarismo que acostumbran algunas personas.

El sedentarismo es la principal consecuencia de los dolores de espalda ya que el estar mucho tiempo en el trabajo sentado hace que la persona actué en sentarse mal.

Sin embargo, esta situación no se relaciona sólo con las actividades que se realicen o no, sino también con la edad e inclusive con el momento del año.

De hecho, no es una novedad que hacia fin de año o luego de las vacaciones aumenten las consultas a fisioterapeutas, traumatólogos, kinesiólogos, masajistas o quiroprácticos. Es que la combinación de la falta de movimiento y la adhesión a malas posturas hace que el cuerpo se resienta.

“No hay acuerdo sobre cuándo es el momento para consultar porque cada persona (y cada dolor) es diferente. Por eso podemos acordar que siempre es mejor recurrir al especialista ante las primeras molestias”, refirió el doctor Luis Pintos, médico traumatólogo.

“Lo primero que hay que hacer, siempre, es consultar al médico. Una vez cumplido ese paso, si la columna se encuentra en condiciones, es posible mejorar el estado de salud y la movilidad dedicándole al cuerpo un poco de tiempo durante la semana”, respondió por su parte el doctor Diego Scardia, médico especializado en Cirugía General y consultor de Vibrafit.

“Nunca debemos olvidarnos que el ejercicio debe estar relacionado con la edad y el grado o nivel de entrenamiento previo de la persona; pero además debe atenderse la intensidad, la duración y la repetición de la actividad. También hay que prestarle atención al calzado que utilizamos”.

“Por ejemplo, después de los 40 ó 45 años- comentó el especialista- se sugiere evitar los deportes de impacto porque pueden producir microlesiones de los discos intervertebrales o aplastamiento de los cuerpos vertebrales (en el caso de las mujeres debido a la osteoporosis), y se recomienda optar por actividades que mejoren la elongación y el tono muscular”.

“En cuanto a lo fisiológico y cardiovascular, con realizar sesiones de entre 40 y 45 minutos tres o cuatro veces por semana suele ser suficiente. La intensidad de la actividad puede ser incrementada paulatinamente, siempre que el estado cardiovascular de la persona lo permita”, expuso el especialista.

Cada vez son más las opciones para poner en movimiento el cuerpo. Ahora, inclusive contamos con la posibilidad de realizar ejercicios sobre diferentes plataformas, algunas de ellas vibratorias que estimulan las contracciones y aumentan la circulación sanguínea.

La clave, entonces, está en encontrar “la” solución: ese ejercicio que resulte útil pero además placentero, y sobre todo que pueda perpetuarse. Es que de nada sirve entrenar dos meses si después se abandonará esa práctica.

¿Por qué duele la espalda?
“En principio podemos decir que hay muchas razones: desde desviaciones en el eje de la columna hasta cifosis o escoliosis, pasando por la discrepancia en la longitud de los miembros inferiores o posiciones viciosas. También vale mencionar otros factores como el sobrepeso, los movimientos a repetición (aquellos que se realizan en el trabajo, por ejemplo), o los viajes prolongados, muy típicos de las vacaciones”, finalizó el doctor Scardia.

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