martes, 1 de febrero de 2011

Nuevos avances para reducir el cáncer de próstata

Un nuevo estudio reveló que realizando tres horas de actividad física al menos todos los días ayuda a los pacientes con cáncer de próstata a disminuir los riesgos de muerte. Los expertos recomiendan caminar, andar en bicicleta y hasta realizar tareas de jardinería para hacer frente a esta enfermedad.
Células cancerosas de cáncer de próstata.
Los hombres que padecen cáncer de próstata y realizan actividad física de manera esporádica tienen menos riesgos de morir por la enfermedad, según informaron los expertos de la Escuela de Salud Pública de Harvard y la Universidad de California en San Francisco en un reciente estudio.

De acuerdo a las investigaciones, la actividad física se asocia con una menor incertidumbre de mortalidad global para aquellos hombres que desarrollan tareas físicas vigorosas, según lo expone la edición avanzada de la revista Journal of Clinical Oncology en Internet. Este trabajo es el primer estudio que se realiza en hombres con cáncer para evaluar la actividad física en relación a la enfermedad.

El estudio se llevó a cabo con 2.705 hombres diagnosticados con cáncer de próstata en el Health Professionals Follow-Up Study durante un periodo de 18 años. Los pacientes le dedicaron un tiempo medio a la actividad física como caminar, correr, andar en bicicleta, natación y otros deportes y tareas al aire libre.

“Hemos observado beneficios muy positivos cuando se realiza una actividad y nuestros resultados sugieren que los hombres con cáncer de próstata debe hacer alguna actividad física para su salud en general, incluso si se trata de una pequeña cantidad, como 15 minutos por día, sea caminar, correr, andar en bicicleta o jardinería”, sostuvo Stacey Kenfield, autor principal del estudio.

La investigación, elaborada por la National Institutes of Health y la Fundación de Cáncer de próstata, mostró que tanto la actividad energética al aire libre como la no vigorosa son ampliamente beneficiosas para hacerle frente a esta enfermedad. Los hombres que caminan 90 minutos o más por semana a un ritmo normal o muy rápido tienen un riesgo del 46% de morir por cualquier causa, a diferencia de los hombres que no utilizan sus piernas como medio de movilidad.

“Nuestros resultados sugieren que los hombres pueden reducir su riesgo de progresión del cáncer de próstata mediante la adición de la actividad física a su rutina diaria”, expresó Kenfield. Para el investigador, este estudio ofrece respuestas muy positivas para aquellas personas que se preguntan cuál es el estilo de vida que deben seguir para mejorar la supervivencia frente a tal enfermedad.

Con tan solo tres horas por semana de actividad física es suficiente como para reducir la mortalidad del cáncer de próstata. Los participantes que hacían actividad vigorosa tenían una probabilidad del 61% menor de muerte en comparación con los hombres que lo hacían en menos de una hora por semana. “Haciendo actividad vigorosa durante tres o más horas a la semana puede ser especialmente beneficioso para el cáncer de próstata”, informó el profesional de la Escuela Pública de Harvard.

Este tipo de cáncer es la forma más frecuente entre los hombres en los Estados Unidos y afecta a uno de cada seis. En este sentido, más de 6 millones de hombres en todo el mundo han sobrevivido a esta enfermedad.

Una solución mucho mejor
En consonancia con esta investigación, profesionales del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), han logrado encerrar en una nanopartícula al Cisplatino logrando de esta manera que el medicamento llegue a las células tumorales de la próstata sin generar efectos secundarios adversos, según se puede apreciar en un comunicado hecho público por el mismo instituto y del cual se han hecho eco distintos medios Internacionales como Physorg.com.

Utilizando la nanotecnología, los investigadores fueron capaces de reducir con éxito los tumores en ratones, empleando sólo un tercio de la cantidad de Cisplatino convencional.

Dado que las partículas se han mostrado prometedoras en animales, el equipo ahora espera ensayar con humanos el sugestivo avance.

De ser positiva la tentativa, el progreso científico podría ayudar a reducir los efectos secundarios potencialmente graves que causa el fármaco, que incluyen daño renal y daño nervioso.

“No sólo mostró una mejoría en la eficacia también disminuyó la toxicidad”, sostuvo Mansoor Amiji, presidente de las Ciencias Farmacéuticas en Bouvé Northeastern University College de Ciencias de la Salud. “Una sola nanopartícula es capaz de proporcionar mayores dosis en el paciente, lo que puede tener un resultado terapéutico mucho mejor y no preocuparse tanto por los efectos secundarios”, concluyó.

El medicamento en cuestión se llama Cisplatino. Los médicos comenzaron a utilizarlo a finales de los 70 para tratar el cáncer. Este fármaco es tan fuerte que destruye las células cancerosas al entrecruzarse con el ADN, lo que finalmente desencadena la muerte celular. A pesar de sus efectos secundarios adversos, que incluyen también daños en los nervios y náuseas, la mitad de todos los pacientes con cáncer reciben quimioterapia con este medicamento.

Otro problema con el Cisplatino es su duración relativamente corta en el torrente sanguíneo. Solamente 1% de la dosis administrada a un paciente llega al ADN de las células tumorales y aproximadamente la mitad de estas se excretan dentro de una hora de tratamiento.

Las nanopartículas circulares al estar en el torrente sanguíneo duran 24 horas, es decir, 5 veces más que el cisplatino no-encapsulado.
 

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